Corea del Sur: El inicio del entramado de corrupción
Su liga es la más sancionada del planeta

Mientras en España se empiezan a mostrar síntomas de un posible escándalo de apuestas ilegales, y el Mundial 2022 se ha visto ensuciado por el Qatargate, el fútbol de Corea del Sur también se encuentra infectado por la lacra de la corrupción.
La lucha manifiesta del fútbol contra la corrupción, ha destapado en las últimas semanas algunas vías de desarrollo delictivo peligroso para altos cargos, grandes selecciones y torneos de reputación inmaculada hasta estos días. El Qatargate, así como las investigaciones de Europul, ha reabierto el debate formulando unas acusaciones directas de corrupción en el organismo internacional que salpica al más variopinto de los personajes, muchos de ellos jamás vistos por un campo de fútbol aunque sí amigos del dinero que es capaz de generar a su alrededor esta pelota que no para de rodar. Las sospechas se multiplican y la FIFA, que ha salido a defender cualquier temor global respecto a sus próximas fases finales europeas y mundiales, ha mostrado un rasero bien diferente en aquellos territorios donde lo monetario queda en un segundo plano. El mejor ejemplo de esta dualidad es Corea del Sur, donde el organismo cree que se inicia todo el entramado corrupto que nos asola.
El máximo organismo futbolístico, en pleno auge de sospechas, amaños, ilegalidades y prácticas delictivas en torno a sus últimas decisiones (atentos que son más de 300 los salpicados por la trama Europol que se destapará poco a poco durante los próximos meses), ha decidido saciar su sed de venganza en el país asiático, donde las sospechas de amaños de partidos han avergonzado al campeonato en los últimos años. Tanto, que el organismo rector aumentó las medidas de prohibición dictada por la Asociación Coreana de Fútbol (KFA) en 2011 y que ya ajusticiaban con dureza estas prácticas. Ahora, las ha ejecutado con agresividad, siendo nada menos que 41 jugadores los que han perdido cualquier opción de volver a competir de manera oficial. No hablamos de técnicos, utileros o asesores, sino jugadores profesionales implicados en aquello que los alimenta y que, desde ahora, los castiga.
De ellos, la FIFA ha ofrecido a 21 que se entregaron voluntariamente, la oportunidad de volver al deporte después de un período de prueba de entre dos y cinco años. Los cargos, que salen con cuentagotas a la prensa debido a las artimañas de las mafias que alimentan estas redes, están relacionados con el amaño de partidos en el interior de la K-League (sobre el papel, catalogada como una de las competiciones ligueras más importantes y equilibradas del continente junto a la J-League). La regla que se cumple en todos los casos tratados, radica en el ofrecimiento de grandes cantidades de dinero o de pertenecías de lujo a cambio de pequeños favores en el césped. Sobornos deportivos perfectamente estudiados durante años ante los que ahora, la FIFA ha querido actuar quizás debido a la presión excesiva a la que está siendo sometido en otros epicentros.
De los 51 casos (algunos ya cumpliendo anteriormente penas en la cárcel), sólo uno era para apostar por sí mismo y quince fueron a apelación. Los casos más sangrantes y dolorosos fueron tres unidos entre sí (dos jugadores y un entrenador), que tras discusiones malhumoradas ante la presión y las amenazas, acabaron por la vía rápida, apareciendo juntos en un suicidio pactado durante el curso de las investigaciones. Estas sanciones no han sido las únicas en el país, pues hace un año fueron otros diez jugadores los implicados en otra red de amaños que inició la investigación y los castigos de la FIFA. Desde Corea, los medios aseguran que allí se ha iniciado la vía de investigación y búsqueda de pruebas que el organismo mundial pretende encauzar para asaltar la cúspide que pone en peligro su veracidad (y negocio): “La K-League es la más sancionada del planeta por la FIFA, que sabe que aquí se inicia el juego delictivo que ha desembocado en el resto del planeta. Esto tiene efectos en todo el mundo y los vamos a conocer en breve”, aseguran.