El Real Madrid silenció el Camp Nou en 1963

Los blancos consiguieron el mayor triunfo de su historia

El 27 de Enero de 1963, los Celtics vencieron en el Boston Garden 123-110 a los New York Knicks; esa temporada terminarían ganando el anillo de la NBA por quinta ocasión consecutiva. En aquellas fechas se ultimaban los detalles de la edición número 50 del Tour de Francia, que volvería a coronar a un francés, Jacques Anquetil. El galo sumó su cuarta victoria en la Grande Bucle. En 1963 los franceses no acusaban a los españoles de doparse; su punto de mira eran los países del otro lado del telón de acero. En un congreso mundial sobre la materia, afirmaron: "en los países comunistas se abusa de agentes externos, una prueba más del poco aprecio que se tiene por el deportista".

Abebe Bikila preparaba su asalto al oro olímpico en el Maratón de los juegos de Tokio, esta vez con zapatillas. En la temporada 1962-63, el Real Madrid fue eliminado por primera vez en la historia de la Copa de Europa por un equipo que no pertenecía a la península ibérica; el Anderlecht de Van Himst y Pierre Sinibaldi tuvo la culpa.

El 27 de Enero de 1963 se produce la victoria mas amplia del Real Madrid en el Nou Camp hasta la fecha.

El Real Madrid había celebrado su sesenta aniversario hacía pocas fechas. Disfrutaba de una época de esplendor que había comenzado con la llegada de Alfredo Di Stéfano una década antes. Caminaba con paso firme hacia su tercer campeonato de Liga consecutivo, en una serie de triunfos que le llevaría a establecer un récord de cinco campeonatos ganados de forma sucesiva.

El Barcelona por su parte, atravesaba un período de oscura transición. Desde la marcha de Helenio Herrera del banquillo, los azulgrana no habían conseguido enderezar su rumbo de manera firme; ni siquiera la llegada de Ladislao Kubala tuvo el efecto esperado.

El 8 de Enero de 1963, Kubala es destituido de su cargo como técnico del Barcelona. Los peores presagios del húngaro tras la eliminación sufrida en la Copa de Ferias a manos del Estrella roja, se cumplieron cuando el Mallorca consiguió empatar en el Nou Camp; el Barça era séptimo en la clasificación a seis puntos del líder, el Real Madrid.

Josep Gonzalvo asumió la dirección del equipo, pero se avecinaba un calendario muy complicado. En dos semanas, el Madrid de Di Stéfano y Puskas visitaría el estadio del Barcelona.

Las especulaciones en torno a la salida de Kubala del club comenzaron a sucederse. Según la versión de Ladislao, el presidente Enric Llaudet no cumplió sus promesas en cuanto a la confección del equipo; el técnico pidió al defensa del Atlético Feliciano Rivilla, al centrocampista Sekuralac y a la incipiente estrella del Manchester United Bobby Charlton. La directiva del club decidió no fichar a ninguno de ellos, por lo que se según él, la plantilla no gozaba de la calidad suficiente para ser competitiva.

Tarde de Domingo en el estadio del Club de Fútbol Barcelona. El Real Madrid se presenta en la ciudad condal con todo su arsenal de estrellas: Di Stefano, Puskas, Gento o Santamaría. Los culés se encomiendan al factor psíquico para intentar doblegar a los blancos, pero el mensaje del técnico Gonzalvo II no cala en la conciencia del aficionado barcelonista, que no llena el Camp Nou. Aquel día iba a suceder un hecho histórico, ya que el Barcelona sería superado de forma manifiesta por el Real Madrid.

El equipo azulgrana no comenzó mal, creando peligro ante el marco defendido por un catalán, Vicente Train. En el minuto 23, el colegiado internacional Juan Gardeazabal señala penalti a favor del Madrid. Puskas abre el marcador.

A pesar del jarro de agua fría, los azulgrana no se vienen abajo y heridos en su orgullo incrementan la persistencia de sus ataques. Diez minutos más tarde del tanto madridista, el paraguayo Cayetano Ré conecta un disparo desde el lateral izquierdo del ataque barcelonista, que se cuela por la escuadra de la portería del Real Madrid.

Pero poco duraría la alegría de los de Golzalvo, ya que de nuevo "cañoncito" Puskas adelantó a los merengues antes del descanso; el húngaro firmaría una actuación memorable aquella tarde.

En la reanudación el Barça perdió los papeles. Muy pronto Di Stefano estableció el 1-3, antes de que Gento se sumara a la fiesta blanca con el cuarto. Puskas redondeó con el quinto, ganando su particular batalla magiar ante el delantero del equipo catalán Sándor Kocsis. Fue un durísimo golpe para un Barcelona que parecía haber tocado fondo ante el eterno rival; la humillación pudo haber sido mayor si el colegiado no hubiera decidido anular dos goles a Gento y Amancio.

No obstante, el Real Madrid no tuvo demasiados argumentos para quejarse del arbitraje aquella temporada, ya que tras el encuentro disputado frente al Valladolid en el estadio Santiago Bernabeu, los castellanos solicitaron por escrito a la federación la inhabilitación del colegiado valenciano José Segrelles. La carta decía lo siguiente:

"Pedimos la inhabilitación de este árbitro, quien por su incapacidad, su ineptitud y su incalificable proceder, no merece que tenga un silbato a su disposición, ni en primera, ni en segunda, ni siquiera en tercera división".

Pese a todo, el Real Madrid demostró una incontestable superioridad en el final de la liga, campeonato que conquistó con facilidad. El Barcelona por su parte, finalizó la temporada 1962-63 con una buena noticia, al vencer en la final de la Copa del Generalísimo al Zaragoza. Un encuentro al que llegó de forma agónica, tras un partido de desempate en Chamartín frente al Valencia en la semifinal.

Pudo producirse un "clásico" en la Copa, pero el Madrid tiró por la borda esa posibilidad tras ceder ante el Zaragoza en la penúltima ronda con un primer partido lamentable en el estadio de La Romareda.

1963 fue un año de campeones… fue un año de citas imborrables.

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