Los problemas de Brasil para organizar el Mundial
Viejos y nuevos contratiempos en la organización del Mundial


Organizar una Copa del Mundo debe de ser algo parecido a organizar una boda. Preparar tantos detalles a mucho tiempo vista y teniendo en cuenta que por más que se resposabilicen en controlar todo, es innegable que existen una serie de factores que no se pueden controlar. Eso genera cierta ansiedad que se une a la que ya de por sí suele nacer en el día a día de la organización de un gran evento.
Desde que se le otorgó a Brasil la organización del Mundial de 2014, nos han ido llegando de manera esporádica, noticias sobre cómo va toda la operación de puesta a punto y, como en casi todas las previas de Mundiales, siempre suenan con más fuerza las malas noticias. Quizás aquí, por la lejanía y por el regusto amargo que se le quedó a más de uno con una nueva decepción al no poder conseguir un Mundial para España, quieran consolarse con el mal de otros, pero Brasil no ha sido ni será el único país que de cara a hospedar el torneo más importante a nivel de selecciones, se encuentra con momentos de poco apoyo.
Aunque quizás lo más llamativo es que en esta ocasión, no nacen exclusivamente de los medios de comunicación los problemas en el camino hacia el torneo, sino que desde la propia FIFA o de ex jugadores brasileños han hablado negativamente de cómo se lleva a cabo 'el gran montaje' naciendo todo a partir de las reformas de los estadios.
Ex Jugadores:
Varios han sido los jugadores que han opinado sobre Brasil 2014, pero Romario, Ronaldo y Pelé han sido los que han hehcho más ruido.
El que fuera campeón en 1994, siempre se ha destacado por ir a su aire, y sin estar alineado, ni mucho menos con el ideario FIFA (a quién advirtió de no interferir en la legislación brasilera), no ha dedicado jamás palabras positivas hacia la organización. No sólo a nivel deportivo, donde dudaba de que Brasil pudiera pasar de la primera fase si no mejoraba su juego, sino que se mostró crítico con el ritmo de las obras llegando a declarar que los estadios no estarán operativos al 100% para el inicio del torneo. También ha sido crítico con los costes que le supondrán a las arcas públicas todo esto. Hay que aclarar que Romario inició hace un tiempo su carrera política y que tratará de ganarse algún que otro voto (aunque habría que pensar en si este tema es el ideal) dando muestras de su control de temas que, aunque relacionados con el fútbol, están más dirigidos a temas más preocupantes para el ciudadano.
Pelé fue designado como 'embajador' de la Copa del Mundo y por ello, todas sus apariciones públicas en relación con la Copa del Mundo han sido siempre en favor del país como sede. 'Apoyé a Estados Unidos, a Corea, Japón y a Sudáfrica... ahora llega el momento de mi país'. Seguro que 'O'Rei' quería hablar bien de todas estas federaciones, pero sonó un poco a 'cobro de deudas' pensando mal. Pero a pesar de que el triple campeón del mundo ha sabido ganarse muy bien la vida como imagen de empresas y federaciones, hace unos meses también declaró estar preocupado por los retrasos en estadios e infraestructuras. Quizás haya sido el golpe más duro para la organización el que su defensor más mediático comenzara a dudar.
Ronaldo ha sido el único que no se ha pronunciado de manera directa. Sabiendo que es uno de los tres miembros de la dirección del comité organizador sería tirarse piedras contra su propio tejado ahora que, tras colgar las botas, se ha convertido en un importante hombre de negocios siempre relacionado con el fútbol. Su papel, de enlace entre FIFA, Confederación y Gobierno se antoja tan delicado como importante pero hay que destacar que fue él quien quiso que 'Bebeto' (otro campeón del mundo metido a la política) cerrar el triunvirato del comité y quien también se haya mostrado algo preocupado con la marcha de las obras, aunque no lo haya hecho de manera notoria.
Problemas Federativos
Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, ha sabido actuar rápido y tras la publicación de las preocupaciones del máximo organismo del fútbol mundial, ha lanzado un mensaje tranquilizador asegurando que todo estará a punto y que entiende que la FIFA se preocupe porque exige la perfección a cada minuto, pero que su desconfianza no es necesaria. El problema es que Teixeira ha visto relacionado su nombre en varios temas de corrupción en los últimos meses (y que incluso han salpicado a Sandro Rosell). Todo nació cuando desde un diario de Sao Paulo se publicó que estaría relacionado con una serie de irregularidades en torno a un amistoso que disputaron Brasil y Portugal, para el cual 'hincharon' facturas para obtener más beneficios desde las arcas públicas. Y pese a ello, fue reelegido en el cargo por unanimidad donde lleva ya veintitrés años en la última asamblea general a pesar de las fuertes presiones populares para que renunciase al cargo.
Todo esto sin pronunciación oficial por parte de la FIFA, quizás preocupada en otras tramas de corrupción en las que están imputados algunos de sus miembros directivos y que crea mucha desconfianza en el aficionado que ve a un dirigente presuntamente corrupto que sige en un cargo de mucha responsabilidad monetaria y que un órgano con más poder que las protestas públicas decide desentenderse, en este aspecto a pesar de que tengan una relación directa para la organización de un evento que moverá muchísimo dinero hasta su conclusión en julio de 2014.
Relación tensa con la FIFA
El último episodio de esta novela se ha vivido esta semana. Jerome Volcke es el Secretario General de la FIFA y entre sus muchas responsabilidades está la de supervisar la organización del producto estrella: la Copa del Mundo. Entendiendo que su última visita a Brasil le pudiera dejar muy preocupado y que usó algunos argumentos incontestables, parece que la manera en lo que lo ha manifestado no ha sentado nada bien al comité organizador y a muchos aficionados hasta el punto de que se ha pedido a la FIFA un nuevo interlocutor para continuar la comunicación fluída entre organizadores.
En un order, en teoría, menor de importancia está la problemática de la venta de cerveza en los estadios durante la celebración de los partidos. Por ley, en Brasil está prohibida la venta de bebidas alcohólicas en los campos de fútbol pero la FIFA 'obliga' a que los aficionados tenga la opción de beber cerveza durante los encuentros. Un tema que podría resultar un tanto cómico, pero que tiene explicación, como no podía ser de otra manera, en los patrocinadores de la Copa del Mundo, entre los que se encuentran algunas compañías cerveceras que no sólo pagan por anuncios televisivos o de publicidad estática, sino por el jugoso suministro de bebidas en los estadios. Y pese a que sea, como comentamos, un tema casi trivial, supone un fuerte desencuentro entre FIFA y Brasil que, a día de hoy, no tiene solución.
¿Pero qué pasa con los estadios?
Doce han sido las ciudades designadas como sedes pero sólo dos serán los estadios que serán construídos para la cita. Los diez restantes serán ampliados en cuanto a aforo o remodelados respetando la construcción inicial. Algo que a pesar de un buen trabajo de arquitectura, hace algo más compleja la obra, ya que tiene que respetar la parcela disponible si no ha podido ampliarla. Sin olvidar que hasta que llegue el Mundial, habrá fútbol casi cada tres días durante gran parte del año natural.
Y no serán los estadios los únicos en el apartado de infrastructuras que preocupan. Como informó Volcke, si bien ciudades como Río o Sao Paulo no tienen problemas en cuanto a transportes y ocupación hotelera debido que ya de por sí son destino turísticos 'consagrados', otras sedes como Manaus, en el interior del país y a miles de kilometros del resto, no sólo necesitarían más hoteles, sino también una buena conexión para los aficionados que se animen a seguir a su selección cuando cambien de sede en la segunda fase.
Parece que sólo las fases finales de Copas del Mundo que se disputan en el Viejo Continente están libres de todo este tipo de problemáticas ya que Estados Unidos, Corea y Japón y Sudáfrica (partiendo de 1990 como la Era Moderna de los Mundiales) también vivieron episodios desagradables que cuestionaban sus condiciones como sedes, mientras que Alemania, Francia e Italia tuvieron años previos mucho más tranquilos. Pase lo que pase, en el momento en el que el balón eche a rodar, todo esto estará más que olvidado o solucionado y lo importante será lo que pase en los campos.
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