Los mejores de 2011 en Sudamérica
Neymar el mejor jugador y Tabárez el mejor entrenador
Seguramente los premios que otorga el diario uruguayo El País sean los más respetados a la hora de señalar a los mejores en el Cono Sur cada vez que muere un año. El pasado sábado se hicieron públicas las votaciones en un año en el que si bien no había muchas dudas con el mejore entrenador sí que había un bonito duelo en teoría para elegir al mejor jugador.
Y decimos en teoría porque en la práctica no hubo duda alguna y Neymar fue elegido el mejor jugador casi con el doble de votos que su gran rival, Eduardo Vargas.
El galardón de mejor entrenador, en año de Copa América, fue para el seleccionador ganador, Tabárez (también señalado como tal por la IFHHS), que mostró que el cuarto puesto en el último Mundial no fue fruto de la casualidad.
El año en el que Neymar fue noticia un día y otro también entre sus actuaciones, la cantidad de partidos que llegó a jugar (pasando de los sesenta) y la rumorología que le unió a varios clubes a lo largo de los pasados trescientos sesenta y cinco días de 2011 sin olvidar de ser el más destacado del campeón de la Libertadores justifican la diferencia con los otros jugadores que forman el podio y su favoritismo para el premio.
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Y si premiar a Neymar es hacerlo al jugador del momento, lo de Tabárez es también el premio a toda una carrera que por fin ha tenido el reconocimiento del gran público tras guiar a la selección de Uruguay hacia el mejor momento de su historia. Es cierto que hablamos de una selección que ha ganado mundiales, pero muy pocos imaginaban a Uruguay luchar por una plaza en la final de Sudáfrica y, un año después, muchos la señalaban como candidata a una Copa América que ganó quizás manteniendo la regularidad que otros equipos con buenos jugadores no lograron.
El estilo Tabárez no es el más vistoso que se pueda encontrar pero no por ello quiere decir que no sea un juego agradable de ver. Efectividad por efectismo.
'El Maestro' ha creado un núcleo duro con una generación de jugadores muy buena en la que cada juagador sabe el trabajo que tiene que hacer y no sólo lo cumple sino que rara es la vez en la que quiere excederse cubriendo algo que en teoría no debe pudiendo romper el equilibrio.
Aprovechar los espacios y castigar muy duramente el error del rival acicalado con la habitual intensidad del fútbol charrúa han hecho del Uruguay uno de esos equipos de los que Luis Aragonés diría que 'saben competir' y todo gracias a la confianza que se ha depositado en Tabárez.