Resumen del 2011 en el fútbol francés: París paga para marcar el ritmo
El PSG ha revitalizado la Ligue 1 con su gran inversión
El fútbol francés en 2011 viene marcado claramente por la consecución del título liguero del Lille OSC, la brutal inversión realizada por el PSG de cara a recuperar viejos laureles, la preocupante mediocridad del Lyon y Marsella y por la rutilante y fresca emergencia del Montpellier.
El equipo entrenado con gran maestría y sapiencia por Rudi García alzó el máximo cetro francés casi cincuenta años después de su última Liga. Lo hizo cimentando su fútbol en la combinación, la velocidad y el talento. Jugadores como Gervinho, Hazard, Cabayé, Rami o Sow fueran la sensación del año en tierras galas y causaron admiración dentro y fuera de Francia. Al tremendo éxito liguero se le sumó la Copa de Francia ganada ante el PSG, consiguiendo de ese modo un doblete histórico para una ciudad de poco más de 200.000 habitantes. Un hito que merece todos los reconocimientos posibles.
Para seguir progresando y creciendo el equipo del norte de Francia se vio obligado en el mercado veraniego a tener que vender algunas piezas claves como fueron Rami (Valencia), Gervinho (Arsenal), Cabayé (Newcastle) o Emerson (Benfica). Bajas sensibles todas ellas.
El dinero recogido en los traspasos se aprovechó para reforzar la plantilla y de ese modo llegaron jugadores de buen nivel como Payet, Rozenhal, Pedretti, Joe Cole, Basa y Enyeama.
El objetivo con ese baile de jugadores no era otro que rendir al máximo nivel en Champions League y pelear para repetir los éxitos domésticos logrados en la primera mitad del año. De momento en Europa han pinchado de forma sorprendente, al caer en un grupo asequible con Inter, CSKA y Trabzonspor. Al igual que le ocurre al vigente campeón alemán, el Borussia Dortmund, el hecho de no tener que jugar ni tan solo la Europa League, les hará centrarse en revalidar el título liguero. Desde luego, fútbol y talento tienen para conseguirlo, más allá del KO continental.
El gran animador del año en Francia ha sido sin duda el PSG. El pasado 31 de mayo, Qatar Investment Authority comunicó por sorpresa que se hacía con el 70% del capital del club parisino, quien llevaba años instalado en una profunda depresión de fútbol y resultados. El nuevo propietario Tamim bin Hamad Al Thani (primo del dueño del Málaga) llevó a cabo una enorme inversión cuantificada en algo más de 86 millones de euros. Se trajo del Inter a Leonardo para liderar la dirección deportiva, y a continuación fueron llegando los Douchez y Sirigu para la portería, Bisevac y Lugano para reforzar el centro de la zaga, los Matuidi y Sissoko para poner trabajo y músculo en medular, Pastore (42 kilos) y Ménez para la creación en tres cuartos, y el codiciado Kevin Gameiro para comandar la vanguardia.
Existía una gran expectación, dentro y fuera de Francia, en ver el desarrollo del equipo, pero de momento existen más sombras que luces, siendo seguramente el incombustible Nenê el jugador más regular del equipo, más allá de algún chispazo de Pastore o los goles de Gameiro.
Al entrenador Antoine Kombouaré se le dio prácticamente un equipo nuevo de tronío destinado a pelear por la Europa League y conseguir el título liguero, el cual no consiguen desde 1994, de la mano de los Raí, Guerin, Weah, Ginola y el propio Kombouaré.
El resultado ha sido decepcionante, con una prematura y sonrojante eliminación en la fase de grupos de Europa League a manos del Athletic Club y de los austriacos del Red Bull Salzburg. En la Ligue 1 el equipo comanda la tabla al finalizar la primera vuelta, pero la irregularidad es manifiesta, el buen fútbol escaso y existen muchas dudas sobre el equipo en general, y en la figura del técnico en particular.
En este mes de diciembre se ha colocado a Rijkaard, Benítez y Ancelotti como serios candidatos a suceder a Kombouaré, siendo el ex entrenador del AC Milan quien más números tiene para hacerse con las riendas del equipo a partir del 2012. En cuanto a jugadores, se valora seriamente la posibilidad de fichar a Pato, Tévez o Beckham, entre otros nombres, y es que la amenaza de Montpellier, Lille y Lyon es seria, situándose los cuatro equipos en una horquilla de cinco puntos, con toda una segunda vuelta en juego.
Los dos grandes de Francia en los últimos años, Lyon y Marsella, no están como antaño y transmiten muchas dudas, siendo notables las lagunas en su fútbol. Siguen teniendo algunos jugadores de nivel (Gomis, Lisandro, Bastos / Valbuena, Rémy, Ayew) pero la fluidez en los dos equipos brilla por su ausencia. Ya no pudieron con la marcha que impuso el Lille el curso pasado y se limitaron a cumplir con mínimos entrando en Champions. Es cierto que en la presente edición de la Champions League el balance es positivo, toda vez que los dos Olympiques se han colado en los octavos de final, si bien es cierto que el modo en que lograron la clasificación haya levantado muchas sospechas, y es que ambos conjuntos accedieron a la siguiente ronda merced a remontadas en las segundas partes de la última jornada. Unas remontadas que están salpicadas por las serias sospechas de posibles amaños. Más claro en el caso del Lyon en Zagreb (1-7), en lo que parece una compra de partido de manual, que en el caso del Marsella en Dortmund (2-3), gracias a un gol antológico del pequeño gran Mathieu Valbuena en los minutos finales del choque.
El Lyon sueña aún con la Liga, toda vez que Gomis atraviesa una buena racha goleadora y Lisandro López se ha recuperado de su lesión. En Gerland se confía en poder recortar la distancia de cinco puntos con el PSG. El Marsella por su parte, está a nueve puntos de la cabeza y todo parece indicar que centrará sus esfuerzos en la Champions, la Copa de Francia y en asegurar su presencia en Liga de Campeones para el próximo año.
La mejor noticia y la gran revelación en este tramo final de año es el Montpellier, quien se ha erigido en el orgullo del sur de Francia, maravillando a propios y extraños con un juego atrevido, alegre y en el que se están reivindicando jugadores como Belhanda, Bedimo, Yanga-Mbiwa, Estadra, Dernis y sobresaliendo sobre todos ellos el ariete Olivier Giroud, quien con sus 13 goles en 18 partidos lidera la tabla de artilleros en Francia, siendo ya muchos los que le piden a Blanc que sea el compañero de Benzema en la dupla atacante de cara a la Euro. La principal duda del club dirigido por René Girard estriba en ver hasta que punto podrá mantener en la segunda vuelta el deslumbrante nivel exhibido en este final de 2011.
Lo que es evidente, es que a diferencia de otros campeonatos, no existe un dominador claro en Francia. Eso confiere emoción y diversión al espectador neutral. De hecho, ahora mismo, hasta cuatro equipos (PSG, Montpellier, Lille y Lyon) están en liza por la Ligue 1, lo que nos asegura tensión competitiva e interés hasta el final en un campeonato igualadísimo en el que los supuestos oligarcas no ejercen como tal y los modestos se revelan con frecuencia.
Este 2011 nos ha traído también la mala noticia del derrumbe de un conjunto singular como es el Mónaco. En la temporada 2004 jugaba la final de la Champions League en Gelsenkirchen ante el Porto. Este verano descendió a Ligue 2 y actualmente ocupa el farolillo rojo de la tabla a pesar de contar con gente contrastada en Francia como Ludovic Giuly, Afolabi, Peter Hansson o Vahirua. Un verdadero drama para la escasa hinchada del club del Principado.
A nivel de selección, el combinado bleu entrenado por Laurent Blanc, ha conseguido lavar la cara de un equipo que se descompuso hasta la vergüenza en Sudáfrica 2010. Blanc sigue buscando la tecla del buen juego y debe aún implantar automatismos que den carácter y personalidad al cuadro francés, pero por lo pronto, ya ha logrado renovar el equipo con savia nueva, personalizada en gente como Koscielny, Debuchy, Sakho, Cabaye, M'Vila, Martin, Giroud, Rémy y Gameiro. Casi media selección nueva que tendrá su verdadera prueba de fuego en la EURO del próximo verano, al quedar encasillada en un grupo complicado con ingleses, ucranianos y suecos.