El Ajax de Kovacs si ganó al Madrid
El Real Madrid vuelve a viajar a Amsterdam
Viajar a Amsterdam se ha convertido en los últimos tiempos en un trámite para el Real Madrid. El estadio Arena es uno de esos templos tocados por la varita de la fortuna del equipo blanco desde que en 1998 alzara su preciada séptima Copa de Europa.
Ajax y Real Madrid representan dos mentalidades muy distintas. La premisa de los españoles es ganar a costa de la que sea; la inmediatez y la ansiedad por la victoria son conceptos muy anclados en la idiosincracia merengue. Para los holandeses, sin embargo, los medios para llegar al triunfo siempre fueron importantes, la creencia por respetar el camino y las formas, son una obsesión para el conjunto de la ciudad de los canales.
El Ajax de Amsterdam vivió a lo largo de su historia dos grandes momentos europeos. En los setenta mostró al viejo continente su capacidad para construir genios que pudieran dominar el firmamento futbolístico. En los noventa, con la misma paciencia y creatividad, construyó un equipo que sirvió de cantera a los equipos más poderosos de las grandes ligas.
En los dos grandes períodos se enfrentaron al Real Madrid y le batieron. Todo fue antes de la aparición del Amsterdam Arena como megaconstrucción destinada a albergar las glorias de su equipo.
En 1973, las semifinales de la Copa de Europa se presentan en el firmamento del equipo de la capital de España. El Madrid busca su décima final y el destino podría deparar un precioso duelo por el título entre el poderoso equipo blanco y la sensación inglesa del momento, el Derby County de Brian Clough. El enigmático técnico británico tendrá que esperar para firmar con letras de oro en la estela de ganadores del trofeo. Por su parte, el Real Madrid se cruzará en el camino con un extraordinario equipo que le apartará de la final de Belgrado, el Ajax de Amsterdam.
Aquel equipo holandés que había ganado las dos Copas de Europa anteriores, era dirigido por el técnico rumano Stefan Kovacs, todo un general de guerra rumano que había seguido el camino iniciado por Rinus Michels pocos años antes. El Ajax estaba consiguiendo incluso mejorar sus registros de años anteriores. Batió al Bayern de Munich en los cuartos de final de la competición por un inconmensurable 4-0. Para los alemanes fue la mejor lección que aprendieron del equipo que reinó Europa hasta su aparición en escena.
Los de Amsterdam gozaban todavía de una constelación de estrellas en su equipo. Franz Beckenbauer, que lloraba todavía su eliminación de cuartos avisó al Real Madrid del peligro del Ajax; los conocidos Cruyff, Rep y Keizer deberían ser tenidos en cuenta por el equipo que entrenaba en aquellos tiempos Miguel Muñoz. También apuntó la peligrosa presencia de Barry Hulssof, un hombre que ya venía un tiempo destacando en la defensa del Ajax y en la selección nacional.
El Ajax era un equipo casi perfecto. El método de Kovacs consistía en exprimir el máximo de sus futbolistas dejándoles espacio para la improvisación y la libertad humana. No era extraño ver a las esposas de los futbolistas en las concentraciones o a los jugadores fumando en alguna ocasión.
Cuenta el anecdotario de aquel Ajax, que su director de orquesta, Johan Cruyff, se escondía detrás de los árboles de los bosques mientras realizaba carrera continua, para terminar de devorar los cigarrillos que guardaba en su bolsillo. Para Cruyff, fumar era tan divertido como encarar la portería contraria. A Kovacs no le entusiasmaba la afición de su genio por el tabaco, pero admitía ciertas concesiones en virtud de mantener unido al equipo. A tenor de los resultados, su fórmula fue casi perfecta, aunque no todos los integrantes de aquel ramillete de estrellas estaban de acuerdo con los permisivos métodos del rumano. Para Gerrie Muhren, centrocampista del club "Kovacs era demasiado majo. Michels era más profesional. Era muy estricto, con todos igual. En el primer año de Kovacs jugamos aún mejor que antes, porque éramos buenos jugadores que disfrutaban de libertad. Pero luego dejó de haber disciplina y se acabó lo que se daba. Ya no teníamos el mismo espíritu. Podríamos haber sido campeones de Europa durante años si hubiéramos seguido juntos".
Lo cierto, es que aquel fue el último entorchado europeo del Ajax de los setenta. Para llegar a la final tuvo que derrotar a un inocente Real Madrid, que venía de eliminar al Dinamo de Kiev en los cuartos de final. En el penúltimo escollo antes de la final, el Ajax de Amsterdam no dio opción. En el Olímpiastadion infringió un severo correctivo a los blancos , que solo pudo ser maquillado por el gol de Pirri a siete minutos del final. El portero merengue García Remón tuvo que emplearse a fondo para que el marcador no fuera más abultado del 2-1.
En la vuelta, el Ajax mostró toda su artillería; Stury, Suurbier, Blankenburg, Hulssoff, Kol, Haan, Neeskens, G. Muhren, A. Muhren, Rep y Cruyff.
Fue la última vez que aquel mágico equipo holandés visitó España, con casi todos sus integrantes en liza. En el año siguiente comenzaría el éxodo masivo....Kovacs les dijo a sus hombres, minutos antes de jugar su partido en el Santiago Bernabeu...
"En el estadio del Real os elevaréis a su máximo nivel, y además le temeis demasiado. Es el momento de llegar a su dimensión histórica".
El Ajax ganó 0-1 en el Bernabeu y dio el primer paso para ganar su tercera Copa de Europa días después en Belgrado.