Silvio Berlusconi abandona el gobierno de Italia, sinónimo de éxito para el AC Milan
¿Se repetirá la historia de anteriores ocasiones?

Silvio Berlusconi abandonará el gobierno de la República Italiana en los próximos días. 3 años después de ganar las elecciones, el Presidente del Gobierno Italiano se ve en el ojo del huracán ante una crisis gubernamental como hacía tiempo que no se veía en el país transalpino. Sin embargo, los aficionados del AC Milán, club que preside desde 1986, se frotan las manos. Volver a tener a “Il Cavaliere” centrando toda su atención en el club rossonero ha sido siempre sinónimo de éxito para el club.
Y es que Berlusconi, a sus ya 75 años, podría tener un retiro dorado como presidente milanista consiguiendo alguno de los títulos más importantes del panorama futbolístico, como pueda ser la Serie A o incluso la Champions League. Para ello no cederá en su empeño de contratar a los mejores futbolistas del planeta y sobre todo a sus tres obsesiones: Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney y Lionel Messi. Si bien a cualquier persona con dos dedos de frente esto le parecería una aberración, hemos de recordar quién es la persona Silvio Berlusconi y su relación con el AC Milan… y tal vez esto que le resulta tan imposible a primera vista le haga dudar después.
Silvio Berlusconi llegó al Milán en 1986. Cogió un equipo que a duras penas finalizaba entre los 10 primeras posiciones de la Serie A, que apenas hacía 3 años que había ascendido desde la Serie B y le cambió totalmente la mentalidad creando un auténtico mito futbolístico como fue el AC Milan de Baresi, Maldini, Ruud Gullit, Van Basten, Rijkaard… en definitiva el invencible conjunto que dirigió Arrigo Sacchi y que asombró al planeta futbol en la segunda mitad de los 80 y principios de los 90. Éste fue el primer proyecto deportivo exitoso de Silvio Berlusconi antes de dar el salto definitivo a la política, en la que se centró en esa etapa de su vida y que finalmente le llevó a ser presidente del gobierno italiano por primera vez en 1994.
Hasta ese año 1994 y desde el mandato de Berlusconi, el Milán consiguió 13 títulos, incluyendo 4 ligas y 3 Champions League. Pero casualmente, ese equipo ganador que había sido durante la temporada 93/94, donde consiguió Liga, Champions y Supercopa de Italia, prácticamente se disolvió durante la siguiente temporada 94/95 en la que no se consiguió título alguno. Ese fue el periodo que Sílvio se estrenó como presidente del gobierno italiano hasta que en 1995 salió de las instituciones por abandono del poder de algunos partidos que estaban en coalición con el suyo y se pudo volver a dedicar en cuerpo y alma a “su” Milán. Y de nuevo volvieron los títulos, consiguiéndose 2 ligas más (95/96, 98/99). Aún así se dio por finalizado el “Decennio d’oro” del Milan, iniciándose unos años de más sombras que luces y atravesando una pequeña crisis que finalizó, casualmente, en el momento que Berlusconi accedió por segunda vez a la presidencia gubernamental de Italia, en el año 2001. Para celebrarlo, Berlusconi había fichado entonces a su “niño mimado” del primer decenio del siglo XXI, Andriy Shevchenko. El ucraniano, que asombró con el Dinamo de Kiev en los años anteriores, se convirtió en el auténtico estandarte de aquel nuevo Milán que ya era, por entonces, el “equipo del gobierno”. Se volvió a conquistar la Liga (03/04) y la Champions (02/03) haciéndose de nuevo un hueco entre los grandes de Italia y de Europa.
Pero la etapa de Berlusconi al frente de Italia se ha acabado. Igual que se acabara en 2006, cuando perdió las elecciones frente a Romano Prodi. Entonces su equipo le regaló una sonrisa alzándose con la séptima Champions League (06/07) y el posterior Mundialito de Clubs (2007). Pero en 2008 volvió Sílvio a la presidencia de gobierno de Italia y esto no tuvo mucha repercusión exitosa en su equipo, hasta precisamente la pasada temporada, cuando se volvió a hacer con el título gracias a los fichajes de Ibrahimovic, Robinho, Cassano y sobretodo el brasileño Pato. Ojo porque esta temporada Silvio Berlusconi también ha abandonado el gobierno de la nación y podrá dedicarse de nuevo en cuerpo y alma al club de sus amores. ¿Le volverá a sacar una sonrisa su club consiguiendo la Champions League? Como hemos comentado, la anterior vez que abandonó el gobierno así fue.
Señoras y señores, Berlusconi vuelve a dedicarle pleno disponibilidad al mundo del fútbol. Que ruede el balón y tiemblen los rivales porque como él mismo se ha encargado de asegurar en más de una ocasión, "Yo siempre gano, estoy condenado a vencer".