Yann M'Vila, el jugador del Rennais con el que sueña el Real Madrid
El potente centrocampista está siendo una de las sensaciones de Francia
Hay tantas versiones de París como personas que la han visitado. Para unos es la ciudad del amor, para otros la ciudad de la luz y para algunos es una ciudad bonita pero con demasiados franceses. Para Yann M'Vila, por el contrario, París es la ciudad en la que murió su sueño de ser futbolista profesional. "Simplemente dejé de creer en mi sueño. Pensé que era irrealizable", confiesa Yann M'Vila, quien se ha convertido en el objeto de deseo de los grandes clubes de Europa, entre ellos el Real Madrid de José Mourinho o el Arsenal de Arséne Wenger, y en un habitual de Laurent Blanc en las convocatorias de la selección francesa.
La culpa de un cambio tan drástico la tienen el Stade Rennais y Fréderic Antonetti, quienes revivieron el sueño de M'Vila de ser futbolista. Hasta ese momento, la realidad de M'Vila no era la más cómoda. "Mi vida estaba muy lejos de ser de color de rosa", recuerda el jugador. Militaba en las categorías inferiores del FC Mantes, un equipo de la cuarta división francesa, y vivía en casa de sus abuelos. Apenas podía ver a su padre, era policía en otra ciudad, su madre no trabajaba y la situación económica familiar era delicada. "Recuerdo haber tenido que compartir una barra de pan con mis seis primos. Vengo de un lugar muy humilde y he aprendido a no derrochar", reconoce el mediocentro de 21 años.
Su realidad cambió cuando el Stade Rennais le reclutó para sus categorías inferiores. M'Vila inició una rápida ascensión. Liderando una de las mejores generaciones de la cantera del conjunto bretón ganó todos los títulos de categorías inferiores, incluida la Coupe Gambardella, con gol de M'Vila desde 25 metros en la final. Su vertiginosa progresión le llevó hasta el primer equipo con apenas 18 años, pero se encontró con un problema. Guy Lacombe, el técnico, no contaba con él por un supuesto problema de actitud. M'Vila todavía no se lo ha perdonado. Sin embargo, con la llegada de Frédéric Antonetti al banquillo en 2009 se convirtió en una pieza clave del equipo.
"Se lo debo todo a Antonetti. Él me ha dado la confianza con la que juego", apunta M'Vila, quien en su primera temporada con Antonetti jugó 35 partidos en la Ligue 1, siendo un jugador crucial en la buena temporada del Stade Rennais y que le llevó a formar parte de la preselección de 30 jugadores realizada por Raymond Doménech para el Mundial del 2010. Acabó desapareciendo de la lista definitiva y no jugó el torneo en Sudáfrica, pero su presencia entre los posibles elegidos le situaba definitivamente en el olímpo del fútbol francés. Algo que se confirmó durante la temporada 2010-2011 volviendo a firmar una actuación excelente para dejar al Stade Rennais en puestos europeos.
Hijo de un inmigrante congoleño, Yann M'Vila ha heredado una condición física superdotada. Destaca por su potencia y esfuerzo constante para cubrir toda la línea medular ejerciendo de escoba. Sus estadísticas de balones robados asustan y en muy difícil de superar en el cuerpo a cuerpo. En faceta ofensiva, tampoco está cojo. No es un jugador que asuma la responsabilidad creativa, pero no tiene problemas para sacar el balón jugado y moverse bajo presión. Además, posee un potente disparo desde larga distancia, aunque sus cifras goleadoras no son especialmente altas.
Con todo ello, Yann M'Vila se ha convertido en uno de los nombres propios del futuro del fútbol francés y en el heredero de otros poderosos mediocentros como Didier Deschamps, Patrick Vieira o Claude Makelele que llevaron a Francia a lo más alto. Laurent Blanc confía plenamente en él y le ha legado la titularidad en la selección francesa. Este verano en la Eurocopa 2012 tendrá su gran examen como jugador profesional y la oportunidad de regresar a la capital de Francia con un título continental. Tal vez así, París deje de ser para él la ciudad en la que murió su sueño.