César Muñiz Fernández bate el récord de insultos recibidos a su salida de Anoeta

Que la profesión de árbitro es una de las más sufridas que existen hay poca gente que lo discute. Sin embargo, el caso de Muñiz Fernández tras finalizar el pasado Rayo Vallecano-Real Sociedad clama al cielo. Según todos los analistas deportivos el penalti fue claro y la expulsión de Íñigo Martínez, justa. No obstante a la salida del estadio de Vallecas hubo una veintena de energúmenos que profirieron toda una elaborada lista de insultos propia de la Real Academia de la Lengua al colegiado. De hecho, se puede llegar a dudar de la educación o la moralidad de las personas en cuestión, pero lo que no admite duda alguna es el gran conocimiento de la lengua española de estos personajes.

Frases tan del folklore nacional como puedan ser “hijo de puta”, “sinvergüenzas”, “cabrón” utilizadas con una destreza propias del mejor literato se pudieron oír ayer en los aledaños de Anoeta. El destinatario: César Muñiz Fernández, árbitro del partido y al que los aficionados le reprochaban el penalti y posterior expulsión de Íñigo Martínez y que sin dudas condicionó el partido. Sálvese la parte en que el penalti y la expulsión fueron totalmente justos, la cuestión es que Muñiz Fernández pudo hacerse una verdadera lista con los insultos que se le profirieron, batiendo algún que otro record. Y es que, como muestran las imágenes, a Muñiz le dieron por todos los lados posibles. Y menos mal que el penalti fue favorable al equipo local…

Claro que no todo va a ser insultos. Habían incluso frases poéticas dignas de cualquier buen admirador de Bécquer o compañíal. “Si tienes conciencia, míratela en el espejo”. Ahí queda eso. Todo un honor para Muñiz pues seguramente es de las frases más rebuscadas con las que le han hecho alguna vez referencia. Además, superó a otros compañeros bien posicionados en la carrera por meter insultos al zurrón como Undiano Mallenco, para el que también hubo referencias: “Mira que Undiano es malo, pero es que lo tuyo es de juzgado”. Así es, de juzgado suelen ser las actuaciones del colegiado pero más de análisis suele ser la cantidad de gomina que nuestro protagonista suele usar para moldear su esbelta cabellera. Y eso que estamos en tiempos de crisis… pero Muñiz no se corta y realiza ostentación pública. Afortunadamente, ahí andaba algún espabilado a la salida del partido que lanzó la frase intimidatoria “El día que vaya a Anoeta no le invitéis a nada!”. Y es que las cosas son así, a quien te roba, ni agua.

Además, los personajes que increpaban a Muñiz echaron un capote a Del Nido y a su cruzada contra la Liga bipolar señalando “Estás adulterando la Liga”. Ya lo decía el presidente sevillista y nadie le hizo caso, veremos si al Filósofo de Vallecas, como conocemos al increpador, le hacen más caso.

Y esa fue la aventura de Muñiz al finalizar su trabajo, ese que según los entendidos y los analistas realizó de manera más que notable pero que según algunos “entendidos” fue lamentable. Dos visiones de una misma acción que tuvieron un final no todo lo modélico que sería recomendable pero altamente interesante desde el punto de vista lingüístico y que a buen seguro habrá hecho las delicias del colegiado. Enhorabuena.