San Mamés, un campo con mucha historia
Repasamos la historia del mítico campo del Athletic.
Mamés es considerado el protector de las personas con roturas de huesos y de los lactantes. San Mamés fue un Santo mártir nacido en el año 259 (d.c). Por estar sus padres encarcelados, su vida comenzó en prisión. Quedó huérfano muy pronto y fue entregado a una viuda rica que lo cuidó. Mamés heredó la hacienda de su protectora a los quince años. El gobernador de Cesarea de Capadocia (Ásia menor, actual Turquía), le presionó para que se retractara de su fe. Ante la negativa de Mamés, lo envió al emperador Aureliano,que decidió torturarle.
Cuenta la leyenda que Mamés consiguió amansar a los leones a los que había sido entregado en el circo. Cierta o no, la fábula de San Mamés fue objeto de inspiración y origen de la particular naturaleza del Athletic Club de Bilbao.
Conocido como "La catedral", el estadio bilbaino rezuma fútbol por la totalidad de las tribunas que componen su estructura. Inaugurado el 21 de Agosto de 1913, es el único campo español en el que se han disputado todas y cada una de las temporadas de la primera división desde que naciera en 1929.
Jugar en San Mamés es especial para cualquier futbolista. El distintivo aroma a fútbol y competición que se respira en el estadio del Athletic, no es comparable a cualquier otro recinto español. Por ahí pasaron los mejores, tuvieron que pelear y desenterrar sus mejores armas para obtener algún botín valioso de la complicada casa del conjunto bilbaíno. El Athletic es un club distinto, con una filosofía diferente a sus rivales; algo que traspasa la barrera del terreno de juego y consigue instaurar una especie de terror escénico en los futbolistas que pisan el estadio del equipo rojiblanco.
"Ha sido un honor vivir San Mamés en su máxima expresión. Venir aquí con tanta gente da sentido a la copa"; palabras de Pep Guardiola en la rueda de prensa posterior al choque de octavos de final de la Copa del Rey que disputaron Athletic de Bilbao y Barcelona en Enero de 2011.
El equipo vasco había vendido muy cara su derrota ante su histórico rival. El Barcelona fue quien arrebató a los bilbaínos el honorífico título de "rey de copas" y fue el espectacular equipo de Guardiola también, el que les derrotó en la final de Copa de 2009. Barcelona y Athletic vivieron desde siempre una rivalidad que traspasaba el juego; la pelea entre jugadores de los dos bandos al término de la final de la Copa del Rey de 1985 representó el apogeo de un enfrentamiento que lideraba el batallador espíritu de sus dos máximos protagonistas; el futbolista que quemaba sus últimos meses en Barcelona, Diego Armando Maradona y el entrenador que había alcanzado la gloria en los últimos años con el Athletic, Javier Clemente.
Si algo caracteriza a San Mamés, es su alto nivel de entendimiento del juego. La frase "La catedral entiende de fútbol" es una de las más repetidas entre la prensa especializada desde tiempos inmemoriales. Existe unanimidad para calificar a la afición del Athletic de Bilbao como una de las más ilustradas a la hora de valorar o premiar jugadas de los contendientes. No es extraño que se aplauda a un futbolista rival cuando abandona el terreno de juego y su actuación merece una ovación. Estas escenas, que son un alegato a la justicia y a la deportividad, permanecen en el álbum de recuerdos y son rememoradas como bellas estampas de un fútbol que parece que nos abandonó. En San Mamés, el respeto por la historia y los valores del juego siempre están presentes.
Muchas leyendas pasaron por "La catedral". De Cruyff se recuerda un partido de la Copa de la UEFA de 1977. En los cuartos de final, el Barcelona de Rinus Michels viaja a Bilbao para disputar un complicado encuentro frente al Athletic. El marcaje de Villar al astro holandés consigue desquiciar al controvertido delantero, que admite a la salida: "Nos sobraron nervios, han podido con nosotros". El equipo vasco terminaría eliminando a los hombres de Michels y conseguiría disputar la final de aquella competición.
Puede que sea la única final europea que el viejo San Mamés haya podido tener opción de contemplar. Dentro de poco, el Athletic disfrutará de un nuevo estadio nacido de la columna vertebral del anterior. Por esta razón, es casi improbable que el añejo campo bilbaíno vuelva a disfrutar un momento como aquel.
En 1977, el Athletic juega la final de la copa de la UEFA frente a la Juventus. Tras caer derrotado en Turín gracias a un gol de Marco Tardelli, el partido de vuelta se presenta como una oportunidad magnífica para que los leones conquisten un trofeo europeo. "La catedral" se viste de gala para la ocasión. Los jugadores "bianconeros" perciben la presión de la afición bilbaína, pero muy pronto, un gol de Roberto Bettega para la Juve silenciará el estruendo del estadio. El Athletic de Koldo Aguirre no se rindió y consiguió dos goles que estuvieron muy cerca de sembrar el milagro. El 2-1 final no permitió que los rojiblancos se alzasen con la copa, pero el orgullo mostrado por el equipo y su afición bien merecieron mayor premio que el que obtuvieron. Giovanni Trappatoni entrenaba a la Juventus en aquella victoriosa ocasión. Los italianos se marcharon felices y contentos, pero los minutos de miedo que sufrieron ante el arrojo del Athletic se hicieron palpables en las declaraciones posteriores al partido. "Al final temí lo peor".
Recientemente lamentábamos la pérdida del futbolista húngaro Floriant Albert. Puede que en la historia de enfrentamientos europeos de San Mamés antes de la final de 1977, existan dos equipos a los que hay que prestar especial interés. Uno de ellos es el Ferencvaros y el otro el Manchester United. La época mágica del Ferencvaros de Albert tuvo en la Copa de Ferias un importante aliado; algo que a veces no recordamos con tanta profundidad es que en las dos ocasiones en las que llegaron a la final de la competición, se cruzaron en el camino al Athletic de Bilbao y tuvieron que jugar en el feudo rojiblanco.
En 1965, año del triunfo magiar en la final frente a la Juve, tuvieron que recurrir a un partido de desempate para poder eliminar a los bilbaínos. Sin embargo, la actuación que mejor se recuerda en "La catedral" fue la de Albert en 1968. También en la Copa de ferias, el poderoso atacante húngaro consiguió marcar los dos goles que dejarían al Athletic fuera de la competición; el primero de ellos tras un regalo del mítico arquero Guipuzcoano, José Ángel Iribar. El estadio se rindió a la clase de Floriant Albert pese a la eliminación de su equipo.
El otro enfrentamiento clave fue el que se vivió el 16 de Enero de 1957: Athletic de Bilbao frente al Manchester United en los cuartos de final de la Copa de Europa. Aquel día, nevó en Bilbao como pocos días se recuerdan y el equipo local se impuso por 5-3 a los chicos de Matt Busby. El resultado es probáblemente el más enigmático de la historia del feudo vasco. Pese a que los ingleses remontarían la eliminatoria en el partido de vuelta, las imágenes del duelo han permanecido para siempre en la retina de los aficionados.
San Mamés, uno de los escenarios perfectos para hacer del fútbol... un espectáculo para los sentidos.