Capello dibuja una Inglaterra sin Rooney y no lo convocará contra España

Desde el momento en el que la UEFA anunció la sanción de tres partidos contra Wayne Rooney la mente de Fabio Capello se puso a trabajar en dibujar una Inglaterra sin el jugador del Manchester United. "Tengo que encontrar una solución para el primer partido o para los dos partidos que Rooney no va a jugar. Y si encontramos esa solución, él tiene que trabajar para volver a ser titular", explicó el seleccionador inglés. La primera prueba será en el amistoso del próximo 12 de noviembre contra España y Capello no convocará al delantero del Manchester United para que los Pross empiecen a gestionar su ausencia.

La obligación de Capello de prescindir de Rooney nace tras el último encuentro clasificatorio para la Eurocopa 2012 contra Montenegro. Antes del encuentro, el delantero del Manchester United vivía malos momentos personales por la detención de su padre a causa de supuestas apuestas ilegales. Pese a ello, el técnico italiano le incluyó en el once inicial. Fue un error. Rooney estuvo descentrado y, aunque marcó un gol, sus nervios acabaron traicionándole y se auto-expulsó con una agresión sin sentido contra el montenegrino Dzudovic. Como consecuencia de ello vio roja directa y acabó siendo castigado de manera ejemplar con tres partidos de sanción, por lo que se perdería los tres primeros encuentros de la Eurocopa 2012.

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Esto ha provocado que Capello dude entre esperar a Rooney o aprender a vivir sin él. Ha elegido la segunda opción, aunque el reto confeccionar una selección inglesa sin el delantero del Manchester United se antoja francamente complicado. Sustituirle directamente, con un cambio pieza por pieza, es imposible. Ningún jugador inglés puede interpretar su papel en los esquemas de los Pross, por lo que Capello deberá renovar sus esquemas tácticos si quiere evitar que Inglaterra eche de menos a un jugador esencial en su juego. Y es que la importancia de Rooney tanto en Inglaterra como en el Manchester United trasciende a la de un simple delantero.

Rooney es el finalizador, pero también el creador, el iniciador de jugadas. El atacante comenzó su carrera siendo un jugador de área con dificultades para respirar cuando salía de ella. Sin embargo, con el paso de los años ha ampliado su área de influencia, retrasando su posición para intervenir más en la gestión de las jugadas y moverse por detrás de un delantero referencia. Este año en el Manchester United ha retrocedido todavía más su posición, para asumir casi el rol de mediocentro y recoger el testigo de Paul Scholes. "Estoy preparado para ser el nuevo Scholes", reconoció el propio jugador inglés.

Y lo ha hecho sin que se vean afectadas sus cifras goleadores. El paso atrás de Rooney se ha traducido en una mayor participación del inglés en la fase de creación de las jugadas, sin reducir su presencia en el área rival. La mezcla es perfecta, como demuestran sus registros de goles. En Premier League ha marcado nueve tantos en nueve partidos, mientras que en la Copa de Europa suma dos goles en tres apariciones. Nadie iguala y ni siquiera se acerca a sus números ni a su trascendencia en el juego de su equipo. En Inglaterra su papel es similar, y se aleja del área para aparecer entre líneas y ayudar en la creación de jugadas. Su trabajo con los Pross, por lo tanto, es vital.

Así pues, su ausencia es un mal mayor para Fabio Capello, que busca a la desesperada una solución. Jack Wilshere, sin ser un jugador del mismo perfil de Rooney, sería el recambio natural, pero está lesionado. Adam Johnson, del Manchester City, es otro candidato a asumir ese papel y moverse entre líneas, pero su falta de continuidad en los planes de Roberto Mancini genera dudas. El panorama es desolador para Fabio Capello, pero no le queda otra. Inglaterra debe aprender a vivir sin Wayne Rooney. Contra España hará la primera prueba.