Gareth Bale vuelve a ser 'imparable' con el Tottenham

Gareth Bale estaba imparable. Cabalgaba la banda izquierda sin que nadie pudiera frenarle. Se bastó por si solo para tumbar al Inter de Milán, era la sensación del fútbol europeo, el niño mimado de Inglaterra y fue nombrado mejor jugador de la Premier League 2010-2011. Todo marchaba a la perfección hasta que Charlie Adam se cruzó en su camino. El Blackpool visitaba White Hart Lane jugándose la vida con la amenaza del descenso -que finalmente se materializó- en el ambiente y Gareth Bale se estaba gustando por la banda izquierda, como durante toda la temporada.

El galés corría pegado a la cal izquierda del Tottenham esquivando a todos los rivales que le salían al paso. Parecía que era imposible pararle, pero Charlie Adam apareció en escena. Fruto de la impotencia, el centrocampista escocés -ahora en el Liverpool- entró con dureza sobre Gareth Bale y le pisó el tobillo izquierdo. Las imágenes no dejaban lugar a dudas. El diagnóstico estaba claro: rotura del ligamento del tobillo izquierdo. El galés no volvería a jugar esa temporada.

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Aquella tarde en White Hart Lane fue el inicio de una larga recuperación para Gareth Bale, quien se marcó el objetivo de regresar a tiempo para iniciar la pretemporada con el Tottenham. Alejado de los focos y de los rumores del mercado de fichajes, la lesión relegó al galés a un segundo plano en el que se sintió cómodo para recuperarse y reencontrarse a sí mismo. Para un jugador como Gareth Bale, que depende tanto de su explosividad y su físico, recuperarse al 100% suponía un gran reto y al mismo tiempo una preocupación.

El Tottenham ideó un plan de puesta a punto a largo plazo en el que la pretemporada solo un primer paso y no el objetivo final. El precio a pagar era alto, significaba no tener al mejor Gareth Bale durante las primeras jornadas de la temporada, pero se garantizaba que estaría al máximo tras dos meses de competición. Y así fue. El Tottenham lo pasó mal durante el arranque de la Premier League, encajando dolorosas goleadas, pero poco a poco Bale fue encontrando el tono físico óptimo y con él, también el Tottenham.

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La explosión definitiva se produjo el pasado fin de semana. En uno de los múltiples 'derbies' de Londres, el Tottenham se enfrentaba al Queens Park Rangers y Gareth Bale desplegó por primera vez esta temporada todo su potencial. El extremo galés volvió a convertir la banda izquierda de White Hart Lane en una carril de alta velocidad y por ahí destrozó al QPR. Como prueba de que está de vuelta, Bale firmó un hat trick que se tradujo en una contundente victoria para los Spurs (3-1) y tres puntos para continuar escalando en la clasificación.

Este jueves en Europa League, Gareth Bale debe confirmar que su regreso no es pasajero y que ha vuelto para quedarse. El Tottenham viaja a la siempre complicada Rusia en busca de la clasificación para la próxima ronda y en la banda izquierda estará el camino hacia el triunfo. Bale está de vuelta y quiere volver a ser imparable. Que empiecen a temblar los rivales...