Rooney, tras los pasos de Scholes

El delantero es el máximo goleador inglés en Champions

Hay momentos que pueden cambiar el destino de una persona. El de Wayne Rooney está marcado por lo sucedido en los vestuarios del Manchester United hace justo un año. El delantero inglés anunció su intención de abandonar Old Trafford, pero una persona le convenció para que cambiara de opinión y se convirtiera en la bandera de los Red Devils. Esa persona fue Paul Scholes. Desde ese momento el destino de Rooney quedó ligado al del hombre que le había legado sus galones para liderar el futuro del Manchester United.

El adiós de Paul Scholes ha sido una de las grandes preocupaciones de Sir Alex Ferguson durante los últimos cinco años. Consciente de que la magia del centrocampista pelirrojo se agotaba, el técnico escocés trabajó en la búsqueda de su heredero, aunque sin llegar nunca a encontrarla. Se probó con Owen Hargreaves, y sus rodillas no se lo permitieron. Lo intentó con Michael Carrick, y no terminó de convencer. Anderson, a quien reeducó expresamente para que fuera el nuevo Scholes, tampoco funcionó.

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El pasado 31 de mayo, Paul Scholes anunció que colgaba las botas sin que Ferguson le encontrara un recambio. Sustituir a un jugador que ha jugado 675 partidos con el Manchester United, ha marcado 150 goles y ha levantado todos los títulos posibles a nivel de clubes es su reto francamente complicado. Sin embargo, la solución estaba más próxima de lo que parecía. El propio Scholes se había encargado de garantizarse un heredero y en aquella charla de vestuario de hace justo un año se lo comunicó al elegido. Wayne Rooney sería el encargado de ocupar su hueco en los Red Devils.

Y Rooney asumió el reto. El delantero inglés se ha caracterizado durante toda su carrera por ser uno de los mejores atacantes del planeta. Rápido en el área, de movimientos cortos e inteligentes y con gran olfato de gol, Rooney ha sido durante sus siete temporadas anteriores en Old Trafford la punta del tridente de los Red Devils. Este año, su rol ha cambiado. Ha retrasado su posición para cubrir el hueco que ha quedado en la medular tras la retirada de Scholes.

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Rooney ha dado dos pasos atrás. Ayuda en la creación, se mueve entre líneas, y actúa con absoluta libertad en tres cuartos de campo. Aparece por donde quiere y sus botas son el epicentro de todos los ataques. Ha asumido un rol más creativo, alejado de la que era su habitat natural, siempre con un delantero por delante, pero eso no ha afectado negativamente a sus cifras goleadoras. Todo lo contrario. En siete jornadas de Premier League ha marcado nueve goles y lidera la lista de goleadores, además de haber repartido dos asistencias.

Este martes, Rooney ha vuelto a dar un paso más como heredero natural de Paul Scholes. Después de vivir unos días complicados por la detención de su padre y su expulsión contra Montenegro, el delantero inglés lideró al Manchester United frente al Otelul Galati y anotó dos goles que le convierten en el máximo goleador inglés de la historia en Champions League (27), superando precisamente a Paul Scholes (26). Rooney se ha tomado en serio lo de heredar los galones de Scholes. El pelirrojo ya tiene sucesor. Ferguson puede respirar tranquilo.

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