España-Escocia, rivales con historia
Se enfrentaron por primera vez en 1957
Escocia respira fútbol por todos los puntos cardinales de su geografía. Pioneros en la difusión de este deporte, para los escoceses participar de este espectáculo es un estilo de vida. La región se encuentra dividida entre católicos y protestantes; los que profesan devoción por las franjas verdiblancas del Celtic y los que insisten en defender los valores que evoca la historia del Glasgow Rangers.
La pasión y rivalidad es enorme. Los duelos entre los dos equipos representan una batalla encarnizada por la supremacía en el campeonato escocés. El conocido como "Old Firm" es uno de los enfrentamientos mas calientes del planeta fútbol. No solo en Glasgow es palpable esta lucha futbolistico-religiosa; en Edimburgo por ejemplo, también cohabitan con parecidas inclinaciones los simpatizantes del Hearts y del Hibernian.
Cuando juega la selección las cosas cambian. La violencia con la que viven los aficionados mas radicales el día a día se transforma en apoyo incondicional al equipo que representa a Escocia en las competiciones internacionales. Su afición es conocida como los " Tartán Army"; una tropa de fieles incondicionales que siguen alrededor del mundo a sus hombres ataviados con la típica falda escocesa y sus dos símbolos nacionales; la bandera oficial de Escocia con su aspa de "San Andrés" y el estandarte real, conocido como el "León rampante", símbolo del escudo de armas de Escocia.
España tendrá como próximo rival a un equipo que luchará en su partido de hoy frente a Lietchestein y el martes en Alicante por asegurar la segunda plaza de su grupo de clasificación. Algo que le acercaría a disputar la Eurocopa del próximo año y un hecho que daría colorido y animación a las gradas de Polonia-Ucrania el próximo año. Porque si algo destaca de los "Tartán Army" es la cantidad de alcohol que pueden llegar a consumir y sin embargo su comportamiento es siempre correcto y deportivo en cualquier desplazamiento, muy lejos del prototipo "Hooligan" que acompaña por ejemplo a sus vecinos ingleses.
Escocia y España se enfrentan por primera vez en 1957 en el mítico "Hampen Park" en partido valedero para la clasificación del mundial de 1958. La selección española dispone de un auténtico ramillete de buenos futbolista; Luis Suarez, Gento, Kubala o Di Stefano coinciden en un equipo que no puede hacer nada frente a la superioridad escocesa. España pierde por 4-2 ante 80.000 escoceses que como dato curioso, representan poco mas de la mitad del descomunal aforo de "Hampden" en la época. La venganza vendría dos semanas mas tarde en el Santiago Bernabeu. Los hombres entrenados por el asturiano Manuel Meana golearon a los británicos por 4-1 en el primer partido disputado en la península ibérica entre los dos contendientes.
Humillante e histórico fue el amistoso que disputaron seis años mas tarde de nuevo en el Bernabéu. A España la dirigía Villalonga y el encuentro era una prueba de cara a los decisivos encuentros de eliminatorias de la Eurocopa en los que estaba inmerso España. Escocia ganó por dos goles a seis y dejó abierta una cicatriz que solo sería curada un año mas tarde, cuando España se proclamara en ese mismo escenario campeona de Europa. En el equipo escocés destacaba un hombre que ganaría el balón de oro tiempo mas tarde, el delantero del Manchester United, Denis Law.
Tras varios enfrentamientos en distintas competiciones nos detenemos en la visita que realizó Escocia al estadio de Mestalla en el año 1982. Las dos selecciones se preparaban para la cita mundialista que tendría lugar meses mas tarde. Escocia había asombrado en el mundial de Argentina 78, donde estuvieron muy cerca de conseguir el milagro en una remontada histórica frente a Holanda. Para ellos la cita del 82 era la oportunidad de demostrar al mundo que Escocia tenía mucho que decir en el universo futbolístico, pero ese día en Mestalla España consiguió ilusionar gracias a su victoria por 3-0. Quini, ya recuperado de su secuestro y dos hombres que jugarían en la liga italiana, Gallego y Víctor, firmarían el triunfo hispano.
Veintidós años después de ese partido, Escocia volvería a la ciudad del Túria. Esta vez para jugar en el otro estadio de la ciudad, el "Ciudad de Valencia", en otro amistoso. El estadio levantinista sufrió un mal debut como anfitrión de España. El duelo fue golpeado desde el principio por una fuerte tormenta y un apagón en la segunda parte obligó a suspenderlo a falta de veinte minutos. El 1-1 final fue lo de menos en una noche para olvidar. Los escoceses, mas acostumbrados al césped mojado llevaron el partido a su terreno y demostraron que la base de su juego seguía siendo el balón largo y la altura de sus hombres.
España y Escocia nunca se enfrentaron en la fase final de un gran campeonato; su última confrontación fue hace tan solo un año. Con la roja convertida ya en campeona mundial, se complicó un encuentro que ganaba cómodamente por cero goles a dos. La fuerza e ímpetu de la Escocia entrenada por Levein consiguió remontar el partido. Cuando peor lo pasaba España y en un momento en el que la derrota estaba mas cerca que la victoria, apareció la figura de Fernando Llorente para firmar el segundo partido que la selección ibérica era capaz de ganar en terreno escocés en mas de treinta años.
El Martes en Alicante se librará una nueva batalla en la que España podrá sumar un nuevo record a su estadística y en la que los "Tartan Army" se jugarán gran parte de sus opciones de estar en la Eurocopa 2012.