La rebelión de los modestos
Los favoritos con muchos problemas para ganar

Ayer fue una jornada de Champions plagada de sorpresas. Para empezar, el Valencia no pudo con un modestísimo Racing Genk, pero hubieron muchos otros resultados sorpresndentes.
Saliéndose de esta línea el Chelsea, también en el grupo del Valencia, derrotó al Bayer Leverkusen en un partido donde los de Vilas Boas fueron muy superiores y merecieron mayor amplitud en el resultado.
En el Grupo G, el Apoel de Nicosia, uno de los equipos más modestos y con menor presupuesto de la Champions, se llevó por delante al líder de la liga rusa, el Zenit de San Petesburgo, que además se había adelantado e el marcador.
En el mismo grupo, el actual campeón de la Europa League, se sobrepuso al gol de Luiz Adriano, que había adelantado al Shakhtar Donetsk en Do Dragao aprovechando una cantada más de Helton. Hulk, que había fallado un penalti rompió la pelota en un libre directo desde más de 35 metros que se tragó Rybka, (y le tuvo que empachar porque venía realmente duro), y más tarde, en la segunda parte y ya con uno menos el conjunto ucraniano merced a la expulsión de Rakitsky (en una entrada criminal), Kleber puso el 2-1. En las postrimerías del encuentro también fue expulsado Chygrynsky.
En el Grupo F, el Olympique de Marsella se puso líder después de demostrar el bajísimo nivel de los equipos griegos. Los franceses, muy superiores a lo largo de todo el encuentro, materializaron su mejor juego con un gol de Lucho González, que volverá a la Selección Argentina.
En uno de los partidos más atractivos de la jornada el Borussia de Dortmund, no pudo mostrar a Europa el poderío que exhibió la temporada pasada en la Bundesliga que ganó. El Arsenal tuvo más y mejores ocasiones, pero no supo concretar la ventaja que había adquirido con gol de Van Persie tras un fallo en la transición defensiva bávara. En los últimos minutos un zapatazo de Perisic tras un rechace de la defensa londisense al saque de un córner se clavó en la escuadra para poner las definitivas tablas.
En Barcelona el campeón se estrenó con pinchazo. Claro que su rival era el campeón del 'calcio'. Pato sorprendió a toda la defensa azulgrana en el primer minuto de juego con una demostración de su enorme potencial, y Thiago Silva enmudeció al Camp Nou en el último minuto tras un córner para remontar los goles de Pedro y Villa.
Por su parte, el Plzen y el Bate Borisov empataron en el partido de las 'cenicientas'. Los checos se adelantaron con un gol magistral, pero el Bate de Kezman puso las tablas para los bielorrusos. Este resultado les deja muy pocas opciones de clasificación a ambos.