El proyecto hace aguas

La Roma de Luis Enrique no levanta cabeza

El dinero no siempre soluciona las cosas en el mundo del fútbol. Un claro ejemplo es el nuevo proyecto de la Roma. La derrota de ayer en casa ante el Cagliari por 1-2 abre un debate interesante sobre el verdadero potencial del equipo romano. El conjunto italiano se ha gastado más de 65 millones de euros durante el mercado veraniego. Un grupo de inversores americanos se hicieron con las acciones del conjunto 'gialloroso' y con el control del club. Thomas Di Benedetto asumió el 'cargo' de dueño del club. Como si de otro Roman Abramovich se tratase, el americano llegó con la cartera bien llena para cumplir los sueños de los romanos construyendo un gran equipo.

Thomas Di Benedetto

La primera decisión que se tomó fue la contratación de Luis Enrique, un técnico sin experiencia a gran nivel pero con una proyección de futuro increíble tras cuajar una temporada memorable con el filial del Barcelona en la Liga Adelante. Tras el entrenador española empezaron a llegar las nuevas estrellas.

El primero en firmar fue Erik Lamela, procedente de River Plate. El equipo romano pagó 15 millones de euros al club bonaerense por hacerse con los servicios de la nueva perla argentina.

Erik Lamela/ lainformacion.com

Los siguientes en llegar fueron Gabi Heinze y Jose Ángel. El joven lateral español costó 5 millones de euros. El veterano central llegó gratis.

El siguiente paso 'grande' fue la contratación de Bojan Krkic por 12 millones de euros y la de Martin Stekelenburg por 6,5 kilos. Luis Enrique pidió por activa y por pasiva el fichaje del futbolista del Barcelona y sus dirigentes se lo 'consintieron'. El portero internacional holandés daba el salto en su carrera tras estar toda su vida en el Ajax de Amsterdam.

Bojan/ lainformacion.com/ Getty Images

El proyecto iba tomando forma mientras la Roma esperaba ya para disputar su partido de la fase previa de la Europa League. Todo parecía un sueño hasta que el 18 de agosto se perdió 1-0 ante el Slovan Bratislava en el partido de ida. Todos los nuevos fichajes menos Lamela jugaron ese primer partido oficial. Las primeras dudas llegaban a la capital italiana.

Quizá fue esta derrota la causante de posterior fichaje de Dani Osvaldo del Espanyol. La Roma se gastó 18 millones de euros en el argentino 5 días después de la derrota europea. La delantera estaba completa con Bojan, Borriello, Osvaldo y Totti.

Dani Osvaldo

Un día después de la llegada de Osvaldo se jugó el trágico partido de vuelta ante el Slovan en el Olímpico de Roma. El argentino, evidentemente, no fue convocado ya que ni había entrenado con el equipo italiano. El choque empezó muy bien con un tempranero gol de Perrota. La Roma tenía el control del choque pero no conseguía cerrarlo y los eslovacos iban poco a poco adelantando sus líneas. Cuando el partido ya tocaba sus minutos finales llegó el gol de Peter Štepanovský. El Olímpico enmudeció y Luis Enrique se llevaba las manos a la cabeza con un gesto absoluto de impotencia e incredulidad. El proyecto se rompía por todas partes y su continuidad se ponía en entredicho.

Días más tarde llegaba el cierre del mercado de fichajes y ahí no faltó la Roma. Se cerraron 'in extremis' las incorporaciones de Miralem Pjanic (Lyon) por 11 millones de euros y las cesiones de Fernando Gago (Real Madrid) y Fabio Borini (Parma). El proyecto, ahora sí, ya tenía a todos sus componentes.

Fernando Gago/ lainformacion/ Getty Images

Un dato muy importante fue la salida de tres jugadores clave: Mexes, Vucinic y Menez. El delantero montenegrino se marchó a la Juventus por 15 millones de euros y el centrocampista francés al PSG por 8 millones. La venta del internacional galo fue un error grave en todos los sentidos ya que Menez era el jugador con más progresión de la Roma y uno de las futuras estrellas del combinado de Laurent Blanc y además 8 millones es bastante poco. La Roma había pagado 12 kilos por él tres años atrás. La salida 'gratuita' de Mexes no pudo detenerse ya que no quiso renovar al tener cerrado un acuerdo con el AC Milán.

Analizadas las altas y bajas, daba la sensación que la Roma había fortalecido mucho su ataque pero quizá había descuidado la zona defensiva. Esta teoría se confirmó con la eliminación europea y con la derrota cosechada ayer 1-2 ante el Cagliari en el Olímpico de Roma.

Roma/ lainformacion.com/ EFE

Luis Enrique puso toda la carne en el asador desde el principio con un 4-3-3 hiperofensivo. Pjanic, Totti, Osvaldo y Bojan eran los encargados de generar y ejecutar las ocasiones. La creación romanista brilló por su ausencia y la zona defensiva no mostraba la seguridad esperada. Jose Ángel fue expulsado cuando el electrónico marcaba 0-1. El equipo se vino abajo y encajó el segundo en el descuento. De Rossi recortó distancias en una jugada aislada en el último momento del choque. La tristeza y la desilusión volvieron a apoderarse ayer del Olímpico de Roma. El proyecto hace aguas y Luis Enrique está empezando a temblar por sus números. Tras la eliminación europea, a la Roma se le va a exigir muchísimo en la Serie A.

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