El Sevilla pierde los papeles y su estatus
Sus años de gloria parecen haber pasado a mejor vida
El Sevilla FC hizo cumbre en 2007 cuando fue nombrado mejor equipo del mundo por la Federación de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) después de completar un arranque de década prodigioso.
En Nervión corrían días de vino y rosas con la llegada de Juande Ramos y la formación de un equipo que era la envidia de Europa y alternativa real de poder al FC Barcelona y Real Madrid. No era un equipo capaz de ganarles las Ligas a los dos colosos del futbol continental de nuestro país, pero sí era capaz de derrotar a cualquier equipo a un sólo partido o a ida y vuelta de tal suerte que el Sevilla se convirtió en un martillo pilón, el azote de los dos grandes españoles.
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Era la cabeza del ratón de Europa, donde ejerció una hegemonía en la segunda competición europea casi tiránica ganando dos UEFAs consecutivas, la Supercopa de Europa al Barça en 2006 y las Copas del Rey de la temporada 2006/2007 y 2009/2010, además de las Supercopa de España en la que machacó al Real Madrid en su propio estadio, también en 2007 donde goleó al primer proyecto de Schuster que, a la postre, fue campeón de Liga.
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Punto de inflexión
La 'Belle Epoque' acabó, precisamente un 25 de Agosto de 2007. En el cénit de su trayectoria deportiva y colmado de títulos, el Sevilla comenzaba la Liga en casa contra el Getafe y uno de sus futbolistas más prometedores, Antonio Puerta caía desplomado en los primeros minutos de la primera parte tras sufrir un mareo. Tres días más tarde fallecería después de 72 horas realmente dramáticas para el fútbol español.
Su pérdida fue un duro golpe para el vestuario y para el club y todavía se acució más el dolor cuando, a mitad de temporada Juande Ramos anunciaba su marcha al Tottenham por un contrato multimillonario. Corría octubre de 2007.
La llegada de Manolo Jiménez al banquillo inyectaba sevillismo y juventud a un grupo con la moral muy baja. El equipo se pudo sostener, pero empezó a generar algunas dudas. Después de haber sido campeón de su grupo de Champions y conocedor de su demoledora trayectoria en eliminatorias a ida y vuelta, el Sevilla era un rival a evitar por toda la nobleza europea. El destino quiso que la eliminatoria les cruzara con el hoy denostado Fenerbahçe. El conjunto sevillano tuvo la eliminatoria varias veces ganadas, pero se dejó remontar en Estambul un 1-2 y después en el Sánchez Pizjuán un 3-0, para acabar perdiendo en los penaltis.
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Nadie perdonaría esta eliminación a Jiménez. El técnico de la casa no dejó de ser cuestionado a pesar de clasificar al equipo tercero y de hacer números históricos. Pero al Sevilla y a su afición ya se les había puesto el "morro fino" y no contemplaban la posibilidad de una temporada sin títulos. A mediados de 2009, la situación de Jiménez era insostenible y fue destituido. Al final de la misma temporada y con el equipo en manos de Antonio Álvarez, el equipo volvió a ganar una Copa del Rey y clasificó cuarto para la Champions.
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Primer batacazo europeo
La temporada pasada comenzó con Álvarez bajo el punto de mira acusado de falta de palmarés y enjundia para llevar una maquinaria con una historia reciente tan brillante. La eliminación a manos del Braga portugués en la fase de grupos fue el detonante que más tarde acabaría con el técnico local en la calle y un nuevo proyecto empezaba sin andamios y con Manzano al frente de la nave. Poco mejoraron las cosas con él. La derrota contra el Paris Sant Germain en la UEFA volvió a demostrar que el Sevilla ya no estaba para grandes empresas y ya ni siquiera podía aguantar el ritmo de la "segunda línea" europea.
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Golpe del Hannover
El propósito de enmienda del Sevilla ha comenzado por fijar un proyecto y ponerlo en las manos de un hombre que venía de hacer grandes temporadas con equipos de segundo orden en España, pero que contaba con mejor prensa en los foros sevillistas como Marcelino. El técnico, que consiguiera que el Racing jugara la Europa League como mayor aval, ha cogido esta temporada las riendas del equipo y después de unos ilusionantes resultados de pretemporada lo cierto es que el primer test serio ha sido un fracaso rotundo. El Hannover, un equipo de segundo orden en Alemania, ha sido suficiente para tumbar a un Sevilla que hace años hubiera liquidado a los alemanes en las primeras notas del himno del Arrebato.
Todo parece pintar feo en un equipo en el que Monchi ya no parece el gurú de los fichajes, Del Nido empieza a tener menos gracia con sombrero andaluz o con frasecitas socarronas que se le vuelven en contra y con la plantilla envejecida. Estamos, probablemente, ante el desplome de un ciclo.