La AFE tiene la llave para no llegar a una huelga indefinida

La Liga de Fútbol Profesional ha anunciado que se planta. La negociación parece en vía muerta y uno de los dos contendientes no tiene pensado dar más pasos adelante. La AFE tiene la vez. La Asociación de Futbolistas, encabezada por Luis Rubiales, ya ha manifestado su intención de llegar hasta el final en sus peticiones y con su reivindicación a través de la Huelga, claro que esto podría llevarles a una situación más complicada de la que ahora mismo tienen.

La negociación sigue anclada con 10 millones de diferencia que parece que no se van a poder neutralizar. La LFP promete que 35 es el máximo de lo que va a poder depositar en el Fondo de Garantías. Y la AFE dice que por menos de 45 no desconvoca la Huelga. La cuerda, por la parte de la LFP parece que no da más, pero el sindicato no está dispuesto a aceptar esta cantidad. Con esta situación y con varias reuniones ya sin "avances", como ambos han reconocido, esta tarde LFP y AFE se reúnen en la sede de la segunda para dirimir qué ocurre este fin de semana. Aunque todo apunta a otra jornada en blanco. A ambos, además, se les acaba aquí el recorrido. Recuperar una jornada en el calendario es complicado, dos es el límite. Si la AFE no desconvoca la Huelga, la LFP tendrá que replantearse el campeonato como tal, como ahora lo conocemos.

Refuerzos al rescate

Hay dos protagonistas de esta película que todavía no han aparecido y que ya no pueden tardar en hacerlo. Son los patrocinadores, principales pilares sobre los que se sostiene este negocio. Claro que a ellos no les interesa que esto se perpetúe ni un minuto más, pero lo cierto es que su apuesta estaba hecha antes de todo este lío. Hablamos de BBVA y de los operadores televisivos. La entidad financiera, principal 'sponsor' de la LFP, le va a empezar a pedir explicaciones a todo el mundo, pero principalmente, como es obvio a aquel con quien tiene un contrato firmado. Si la Liga no se pone en marcha y/o no cumple sus 38 jornadas previstas BBVA no sólo va a comprometer el dinero que tenía pensado invertir, (parte del cual, evidentemente, debería ser destinado al fondo de garantías que pide la AFE), si no que además va a ahuyentar a futuros inversores.

Si BBVA está empezando a ponerse nervioso, no lo está siendo menos el problema de los operadores de televisión que tienen los derechos de imagen de la Liga. Otro de los que van a empezar a presionar de manera más firme es precisamente el sector audiovisual. Una jornada retrasada en una cosa, pero dos, justo en el periodo de abonos empieza a presionar y además, existe la amenaza real de huelga indefinida, con lo que el contrato les dejaría completamente al descubierto.

¿El fin de una era?

Evidentemente la Huelga va a suponer algo más que el retraso de dos jornadas. Para empezar las reivindicaciones de los futbolistas no van a caer en saco roto y las LFP ya sabe que se está enfrentando a un colectivo que va muy en serio, claro que este colectivo vive de jugar al fútbol y no de hacer huelgas y no jugar sólo les puede reportar que pasen unos pocos a no cobrar a que no cobre nadie. También es verdad que la Liga como asociación de clubes de Primera y Segunda División en esta encrucijada se está mostrando tremendamente vulnerable. Sólo hay 5 ó 6 clubes saneados y que puedan avalar sus compromisos contractuales, los demás está completamente expuestos a otros factores como los ingresos de las televisiones, las quinielas o incluso sus resultados deportivos para salvar sus presupuestos, eso o la venta de los futbolistas, pero claro, ellos mismos son los principales compradores y no hay nadie que "meta dinero" en el mercado.

La LFP con sus 42 socios, está condenada a rendir pleitesía a Real Madrid y Fútbol Club Barcelona que son los dos clubes que más facturan y que más mercado atraen, claro que estos dos siguen siendo clubes solventes y que pagan puntual a sus jugadores y están a salvo de los problemas ajenos, además ellos como Clubes de Fútbol y sin ser Sociedades Anónimas Deportivas, cuentan con unas ventajas que los demás no. Ahora mismo la LFP no puede dar más garantías porque muchos de sus miembros, los clubes, están en una situación económica límite. Y claro, todas las garantías las tienen que asumir los que son solventes. Esto podría conllevar la ruptura de la baraja. O sea, que la LFP desapareciera como tal para que cada club negociara por libre, lo que sería, claramente un gravísimo problema para la Liga española.

Si los futbolistas siguen tensando la cuerda, a lo mejor se reformula la situación y los clubes solventes dan un paso al frente, (evidentemente, aquellos que son solventes buscarán su propio beneficio... y los insolventes y los futbolistas con los que tienen deudas pueden tener un destino muy incierto, o demasiado cierto, la desaparición).

De momento no hay nada seguro. A estas horas y en este momento, no hay Liga. Y a las 16.00, reunión en la AFE