Mucho ruido y pocas nueces
La Rojita debuta con toque pero sin pegada
La selección española Sub 21 debutó anoche contra Inglaterra, uno de los favoritos en las casas de apuestas. El combinado de Luis Milla pagó todas las expectativas que le habían 'impuesto' desde la prensa. El entorno de dominio absoluto no se trasladó al césped como debía. La sensación de dominio fue clara durante todo el encuentro, pero no olvidemos que hablamos de sensaciones, no de realidades.
La Rojita anotó un gol polémico al considerarse que Ander Herrera uso la mano para rematar. El gol subió al marcado y España empezó a hacer lo que más le gusta, tener la posesión del balón. Los ingleses vivían de los zarpazos a la contra y pudieron haberse marchado con empate al descanso de no ser por David de Gea, el cual hizo una parada memorable. La cosa se preveía difícil para la segunda parte.
El guión de la segunda parte parecía escrito. España seguía dominando el balón con bastante superioridad aunque sin generar peligro alguno. Mata y Adrián no generaron prácticamente peligro ante la gran defensa británica. Todo apuntaba que el 1-0 no se movería del marcador dado que la Rojita dominaba el cuero. En una contra letal en la que subieron cuatro ingleses llegó el gol ilegal por parte de los británicos. Didac se 'comió' la internada del interior derecho y el árbitro y sus ayudantes se comieron el claro fuera de juego de Welbeck, delantero que anotó el gol de manera injusta. Era el minuto 88, la sentencia a un partido que parecía controlado. Con sinceridad, creo que el futbolista vive y progresa cuando aprende de estos golpes. Los 'niños' de Milla aprendieron ayer la lección: o matas o te matan. Ahora toca demostrar lo aprendido ante la República Checa el próximo miércoles.