El fútbol te devuelve lo que le das

La Masía va más allá

Entre todos los piropos que está recibiendo el Barça desde que cerrara brillantemente su temporada con la victoria en la final de la Champions, una de las más mentadas es la de su apuesta por la cantera.
No es de extrañar ya que tanto en Roma como en Londres, Guardiola alineó a siete jugadores de inicio formados, ya sea total o parcialmente, en las categorías inferiores del club azulgrana.

Por ello, en alguna ocasión Guardiola ha llegado a citar, como no podía ser de otra manera, a Johan Cruyff como inicio de todo esto, junto a los entrenadores que tras el holandés, también miraron en los equipos que jugaban como locales en el Mini Estadi. Algo curioso que Pep, conocedor y amante de la historia del equipo que dirige, no se acuerde de Laureano Ruiz, quien en 1972 apareció para sentar las bases de lo que tenía que ser un sistema de equipos inferiores con dos bases: los equipos base tenían que jugar con el sistema más parecido al del primer equipo y de manera primordial, se debía captar al jugador con talento para el juego antes que el que, simplemente por físico, era superior. Ahí nació la ‘filosofía’ del Barça y gracias al trabajo de Ruiz, Cruyff encontró jugadores de ‘su corte’ cuando llegó como entrenador.

Pero, aunque parezca difícil que un jugador formado de una manera tan sensible hacia el juego pueda triunfar más allá de un club sin los medios y con otra presión diferente, la cantera azulgrana, aunque sea de manera minúscula ha estado presente en otros éxitos lejos del equipo culé.

Gerard López que salió prematuramente de La Masía, fue protagonista en la fantástica participación del Valencia en la Champions de 2000 o Luis García, delantero reconvertido a extremo que ayudó al Liverpool en la final de Estambul.
Sirve para ver el cambio de tendencia el recordar que sólo tres canteranos (Valdés, Oleguer y Puyol) salieron de inicio en la final de 2006 y que Iniesta lo hizo como revulsivo tras el descanso.
También en la UEFA han habido en los últimos años pequeñas representaciones de La Masía, en la gran fiesta del fútbol español en la final de 2007, De la Peña y Rufete fueron de la partida en el Espanyol frente al Sevilla. Y precisamente Rufete, también integró el equipo con el que el Valencia firmó su doblete con la Liga y la UEFA de 2004.

Muy comentado ha sido también, en estos años de éxito de la selección española, la importancia de la participación de jugadores del Barça. Xavi, Iniesta, Puyol, Piqué, Busquets, Pedro o Valdés, sí, pero sin olvidarnos de Fernando Navarro, Pepe Reina o Sergio García.

Ni que decir tiene que la presencia de jugadores formados en Can Barça en triunfos de otros equipos no convierten éstos en más logros culés de manera indirecta, sino que debe servir para que nos demos cuenta de que el sistema del Barça, ese que todo el mundo se apresura en loar en estos días, parte de una base que, quizás, no haya salido ni de la boca de Ruiz, ni de la de Cruyff, ni de la Van Gaal, ni de la de Rexach, ni de la de Rijkaard. Fue Guardiola, ‘el último en llegar’ quien con sencillez dio en con la tecla: ‘Nuestros canteranos no son los mejores, lo que pasa es que aquí los ponemos’.

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