La semana del maletín

Seis equipos harán lo posible para salvarse

Hace diez años, cuando quedaba sólo una jornada de Liga, no se hablaba de otra cosa, los maletines. Los maestros de esta curiosa disciplina eran, sobre todos los demás, Don Manuel Ruiz de Lopera o Don Jesús Gil y Gil entre otros. Maletines o primas a terceros: dícese de una maleta pequeña y estrecha para amontonar billetes, la cual va dirigida al equipo que se enfrenta a un rival tuyo por conseguir un objetivo.

Esta última jornada hay seis equipos con el agua al cuello. Seis ciudades que siguen pataleando por aguantar en Primera División. Todos dependen de si mismos debido al enfrentamiento directo entre Real Sociedad y Getafe. En esta reválida particular, todo parece valer por un añito más en el cielo. Si hay que pagar a un equipo para que gane, se hace y punto.

Por los aledaños de los estadios implicados en el descenso, se buscan personajes sospechosos, maletín en mano. Nunca se dejan ver, hacen bien su trabajo, discretos y efectivos. Como si de un espía se tratase, se camuflan entre la multitud para dejar el cheque a quien corresponda.

Contamos con que el cheque es siempre por ganar, y nunca por perder. Los jugadores nunca han reconocido haber recibido un maletín, aunque sí que los cobrarían. Hablan como si ninguno los haya visto, pero ahí están, en una tercera fase desconocida para el resto de los humanos.

El jugador de la Real Sociedad, Rivas, ha afirmado que le encantaría estar en la piel de los jugadores del Levante. Un equipo que ya ha conseguido la permanencia y que se medirá al Zaragoza. Si los maños pierden, el resto de partidos no tendrían más importancia. Por eso, todo hace indicar que el Levante podría tener unas buenas vacaciones pagadas.

Ahora, cabe preguntarse si es lícito que un futbolista reciba una paga extra por hacer mejor su trabajo. Saltar al campo a defender tu camiseta y ganarte el pan con tu sueldo parece no ser suficiente para algunos dirigentes, que quieren marear a extraños, para que salgan más enchufados. Dirán algunos que están pagando por ganar, y no por perder; pero aún así, se está adulterando la competición.

Si en este caso, el Levante sale con una motivación extra en forma de maletín, el Zaragoza será el gran damnificado. Aunque los maños no necesitan un incentivo de más, en juego está su futuro en Primera División.

Última jornada, 90 minutos y cinco partidos que serán observados con lupa, buscando la trampa. Ahora todos sospechan. Se miran de reojo, intentando averiguar quién y dónde se ha aflojado la pasta. Durante un año no han sabido hacer los deberes y ahora imploran a todas las divinidades y a los santos maletines para conseguir la gloria.

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