Oporto, la máquina perfecta del fútbol

Han logrado el título sin perder un solo partido

Un huracán futbolístico, una máquina perfecta de hacer fútbol dirigida y capitaneada desde la banda por un joven e inexperto entrenador de tan solo 33 años. Un equipo que ha maravillado al fútbol luso, al continente europeo y que, a falta de cinco jornadas para el final, se ha proclamado como el primer campeón de las grandes ligas del viejo continente. Oporto FC, nuevo campeón de la Liga Sagres 2010/11.

Una temporada impecable para los dragones en la que no han conocido la derrota, escalofriante dato que se resume en 23 victorias y 2 empates en 25 encuentros oficiales de Liga disputados. Un monstruo futbolístico que ha logrado 58 goles a favor y tan solo 9 en contra. Quizás el mejor equipo de Europa, pero con el handicap deportivo de pertenecer a una liga de segundo plano mediático que no le otorga el protagonismo necesario como para destacar todavía más fuera de las fronteras portuguesas.

Por si fuera poco, el Oporto tampoco conoce la derrota en competición europea, ya que su participación en la actual edición de la UEFA Europe League se resume en 8 victorias y 2 empates en 10 encuentros disputados.

Números y estadísticas escandalosas. Una auténtica máquina de hacer fútbol que no se limita a ganar sus partidos, sino que además practica un fútbol digno de las mejores galerías de arte en Europa.

Tras el triunfo final del Benfica en la pasada temporada 2009/10 el conjunto de Do Dragao sintió el dolor y la decepción futbolística dentro de su propio seno, lo que supuso un golpe moral que tan solo hizo que reforzar anímicamente a una plantilla joven que vio además como su entrenador de toda la vida, Jesualdo Ferreira se marchaba a Málaga.

El cambio de ciclo parecía evidente teniendo en cuenta la marcha del técnico portugués y la llegada al banquillo de un debutante, de un técnico joven de tan solo 33 años (el tercer más joven de la historia en el fútbol luso en lograr el campeonato) que cogería las riendas de uno los conjuntos más potentes de Portugal, añadía emoción e ilusión al mismo tiempo para afrontar con las mejores garantías la actual temporada.

André Villas Boas, técnico portugués que se caracteriza por no haber sido futbolista y que llegaba a la primera plantilla del Oporto tras haber trabajado durante varios años junto al actual entrenador del Real Madrid José Mourinho.

André Villas Boas

Un discípulo del a día de hoy Mejor Entrenador del Mundo que no solo comparte las capacidades técnicas sino que sus aspectos en materia de personalidad y estética también son similares, lo que no ha tardado en surgir la comparativa entre ambos y la progresión que se espera de Villas Boas.

Evidentemente gran parte del triunfo final recae sobre el técnico luso, pero la actual plantilla blanquiazul se caracteriza por contar con jugadores de primerísimo nivel europeo que, como es lógico, ya ha despertado el interés de muchos clubes europeos sobre algunas piezas claves del Oporto que se proclamó ayer Campeón de Liga.

Un portero de garantías como Helton, que, pese a errores puntuales en su carrera profesional, ha logrado alcanzar la estabilidad y se ha convertido en una de las piezas claves del triunfo portugués con grandes intervenciones que han supuesto puntos y victorias para los dragones de Portugal.

Una defensa en la que destacan jugadores como el lateral Fucile, los centrales Rolando y Otamendi, sin dejar de lado a Maicon, que ha sido el recambio más utilizado por André Villas Boas en muchos encuentros dotando de frescura y calidad a la zaga defensiva portuense. Calidad, marcaje y posición perfecta han sido las notas predominantes de la defensa del Oporto en la presente temporada.

Un centro del campo de ensueño con interesantes nombres en el que destacan jugadores como Moutinho, Guarín o Belluschi.

Joao Moutinho

Joao Moutinho supuso uno de los fichajes más destacados del pasado mercado de fichajes en verano en el fútbol luso, ya que su traspaso se llevó a cabo entre dos de las instituciones más poderosas de la Liga Sagres y sus 11 millones dejaron clara evidencia del interés del Oporto sobre el jugador. Así, el conjunto de Do Dragao daba el primer golpe sobre la mesa ante sus rivales.

La delantera del Oporto es una de las más potentes del continente europeo. La dupla formada por Hulk y Falcao están consagrándose como una de los mejores ataques del continente con 42 goles logrados entre ambos hasta la fecha tanto en Liga como en Europa, lo que queda reflejado en los extraordinarios números del Oporto esta temporada.

Falcao y Hulk

La guinda del pastel llegó cuando el conjunto de la capital llegaba con opciones de lograr el título al encuentro que cerraría la jornada dominical en Portugal en uno de los clásicos, el que les enfrentaría al Benfica en estadio Da Luz.

Ambiente digno de una cita futbolística de estas características. Ambas aficiones apoyando a los suyos, y el resultado lógico esperado. Ante rivalidades históricas, deportivas e incluso institucionales, no ha habido rival esta temporada para los dragones de Oporto. El conjunto de Villas Boas vencía por 1-2 a domicilio en un encuentro tenso, igualado y que no defraudó. Así, se coronaba nuevo Campeón de Liga en Portugal siendo el único conjunto tanto en el país luso como en el viejo continente que no conoce a día de hoy la derrota en competición oficial.

La anécdota de la noche ocurrió cuando finalizó el choque. Tras coronarse matemáticamente campeón de Liga, ya que su victoria otorgaba una ventaja respecto al segundo, Benfica, de 16 puntos y 21 sobre el tercero en discorida, Sporting de Braga, a falta de cinco jornadas todavía por disputar, los jugadores del Oporto junto al cuerpo técnico explotaron en alegría, algo lógico y habitual cuando se consigue un logro de tales características.

Sin embargo, algo que ha ocurrido más de una vez en los últimos tiempos, la celebración se vio enturbiada por la oscuridad en la que quedó el estadio Da Luz, una jugada que dejó en evidencia la deportividad del Benfica ante el que ya era nuevo campeón. Por si esto fuera poco los aspersores del césped comenzaron a echar agua, hecho que no aguó la fiesta portuense y continuó hasta altas horas de la madrugada.

Un logro que sobrepasa lo deportivo, un éxito con un valor que supera lo institucional y que se convierte en un hito futbolístico digno de elogio. Ahora, el gravar el nombre en la historia del fútbol luso está en manos de la propia plantilla que, a falta de cinco jornadas, podrían certificar ser el primer equipo de Portugal en lograr levantar el título imbatido.

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