Del campo a la cárcel
Etuhu, del Manchester City, último futbolista en entrar en prisión
Tras meterse en una pelea una noche de fiesta y acabar en las puertas de un casino a puñetazo limpio, Kelvin Etuhu va a acabar pagando a la sociedad británica con más que posible ingreso en prisión. El jugador nigeriano del Manchester City, acaba de ser condenado a ocho meses de cárcel, tras ser denunciado por agresión y declararse culpable en el juicio.
Difícil tenía no hacerlo puesto que en la vista se presentó como prueba una grabación realizada con la cámara de seguridad del casino y por las cámaras de tráfico del centro de Manchester en las que se ve cómo ocurrieron los hechos. El pasado 28 de febrero, el jugador de 22 años goleó y pateó en el suelo a Owen Fitzpatrick, a quien terminó rompiendo la mandíbula.
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El joven no es el primer ni el último futbolista que tiene problemas con la justicia por su mala cabeza. En el Valencia saben mucho de esto, sobre todo desde que tienen a Miguel Brito en sus filas. Al portugués le han tenido que ir a buscar a dependencias policiales junto a su ex compañero Manuel Fernandes tras una pelea en un bar de copas de la capital de Turia y en estos momentos está siendo procesado por presunta posesión de armas y un tiroteo en el que presuntamente participó a la salida de una discoteca en Lisboa hace unos meses.
Por suerte, los jugadores clubes de alto nivel no se ven envueltos en asuntos mucho más turbios. Como mucho, algún problema derivado del tráfico o altercados nocturnos suelen aparecer con relativa frecuencia. Raro es que la cosa vaya a mayores como le ocurrió al Real Unión de Irún el pasado año. Uno de sus jugadores fue condenado a tres años de prisión por abusar de tres mujeres en plena calle. El caso resultó ser un escándalo para el club y acabó con el despido del jugador una vez que hubo condena firme.
Otro que cambió el vestuario por la celda fue el portero brasileño Bruno Fernandes. Estrella en ciernes, ya había debutado con la 'canarinha' y era una de las estrellas del Flamengo. Fue condenado en 2010 por la desaparición, secuestro y asesinato de la madre de su hijo menor, quien supuestamente le estaba chantajeando. Fernandes fue declarado culpable y condenado a cuatro años de cárcel, una pena menor de lo esperado porque el cuerpo de su víctima nunca fue encontrado.
Menos truculento es el caso de Paolo Rossi. La estrella de la selección italiana de 1982 y el delantero que les dio el triunfo en el Mundial de España con sus goles salió de la prisión para jugar esa Copa del Mundo. Fue condenado a 18 meses y a la inhabilitación de por vida por participar en una red de amaño de partidos. El seleccionador Enzo Bearzot logró que se le levantara la sanción deportiva y pudo jugar con Italia.
El ex de la Real Sociedad, Georgi Demetradze, también se las ha visto recientemente con la justicia. Retirado y residente en su país, Georgia, ha sido condenado a seis años por extorsión. Al parecer amenazó al responsable de una casa de apuestas ilegal para que le devolviera el dinero que había perdido, una cantidad que superaba los 30 mil euros.