Cuando la pasión se convierte en violencia

Muere un aficionado de San Lorenzo

El fútbol argentino está de luto tras la muerte de un hincha de San Lorenzo en la previa del partido ante Vélez. Ramón Aramayo, de 40 años, ya estaba muerto cuando llegaron los servicios médicos al estadio de Liniers. El partido se suspendió a los 8 minutos de juego por los gravísimo incidentes que estaban ocurriendo en las gradas.

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De momento se desconocen las causas de la muerte pero ya empiezan a surgir teorías que apuntan a la policía argentina. La mujer del fallecido declaró ayer que lo mató la propia policía: "Me dijeron que la Policía le pegó, la Policía lo mató. Lo querían revisar, se asustó, le pusieron las esposas, le pegó la Policía y lo dejaron ahí tirado. Eso me reconoció la Policía adentro, que le pegó y lo esposó. Y me dijeron que sí, que le habían pegado". El testimonio de la mujer ha causado un gran impacto en Argentina y ya están investigando los incidentes.

No es la primera vez que las hinchadas de Vélez y San Lorenzo se enfrentan. La cosa viene de lejos. En los últimos años se han cobrado varias muertes. En 2005 mientras varias leyendas de Vélez paseaban mostrando los trofeos logrados por su club, los barras bravas de San Lorenzo empezaron una batalla campal en las gradas con lanzamiento de bengalas al terreno de juego. No hubo heridos, de milagro. En último problema se dio en el partido jugado en el Nuevo Gasómetro, estadio de San Lorenzo. Cuando finalizó el partido varios hinchas del Ciclón fueron a buscar a los fans de Vélez para saldar cuentas. La batalla entre las aficiones terminó con un policía muy grave y con una veintena de heridos.

River Plate vs Boca Juniors, Newell´s vs Rosario Central, o Independiente vs Racing son junto con el Vélez vs San Lorenzo de los partidos más calientes del torneo argentino.

El ambiente del fútbol argentino vuelve a demostrarnos, por desgracia, una vez más que es de los más peligrosos del mundo. Ir al fútbol no es precisamente una actividad divertida y segura en Argentina. Una de las primeras cosas que comentó Jorge Valdano cuando aterrizó hace ya muchos años en el fútbol español es que le sorprendía mucho el ambiente de las gradas. "La gente viene al partido en familia, eso en mi país es casi imposible", declaró el actual director deportivo del Real Madrid.

Siempre destacamos a los aficionados argentinos por su pasión, fidelidad, por su manera de animar, por como siente el fútbol como algo que va mucho más allá de lo que sería un deporte. El fútbol en Argentina es una religión. El problema de la pasión es que a veces se termina convirtiendo en violencia, en peligro, en muertes. Podríamos hasta decir que existe una mafia de aficionados líderes de cada club que manejan a sus barras bravas y planean los 'ataques del fin de semana'. River Plate, Boca Juniors, Rosario, Independiente, da igual que entidad sea, todos comenten el mismo error: Confunden pasión con violencia.

Esto es PASIÓN:

River Plate

Boca Juniors

y esto es VIOLENCIA:

Violencia Argentina

Barra BravaLa muerte de Aramayo no es más que otra tragedia, no es la primera vez y , por desgracia, no creemos que sea la última. La seguridad en los estadios del país sudamericano es prácticamente nula o, en ocasiones, puede hasta ser perjudicial para los propios hinchas. La policía argentina está acostumbrada a tratar con cierta dureza a los aficionados del mundo del fútbol. Los cacheos, las cargas policiales, el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades son cosas 'asumidas' en el torneo argentino.

Policia ArgentinaLos barras bravas, así llaman a los aficionados más peligrosos de cada equipo, han provocado muchas muertes en el fútbol argentino. Desde los años 20 se han contabilizado más de 240 muertes en Argentina a causa del fútbol. Las peleas entre aficionados, el lanzamiento de bengalas, el uso de armas de todo tipo (navajas, pistolas...) son normalmente la causa de tanta muerte.

Aramayo se suma a la larga lista de muertos del fútbol argentino. El año 2010 se cobró 11 víctimas entre los torneos clausura y apertura. La primera fue en el mes de febrero en un partido entre Newell´s y Huracán. Tras finalizar el encuentro, unos jóvenes volvían a sus casas en un microbus cuando fueron tiroteados. Una de las balas impactó en la cabeza de Walter Cáceres, un chico de 14 años. El joven argentino fue trasladado rápidamente al Hospital, donde estuvo más de 30 horas hasta que finalmente falleció. La muerte de Cáceres causó un gran impacto en todo el país. La policía tampoco se salva de la violencia del fútbol argentino. El sargento Sergio Rodríguez murió en el mes de marzo cuando intentó frenar una pelea entre hinchas de Estudiantes de la Plata. Los aficionados del actual campeón argentino había quedado en la estación para ir hacia Quilmes, apareció otra banda y acabaron a tiros. El sargento Rodríguez murió a causa de varios disparos en el abdomen. Los dos últimos hinchas que perdieron la vida en Argentina fueron:

Jorge Britos. El aficionado de Merlo quería ver a su equipo gratis y decidió subirse a un árbol muy alto cercano al estadio. El hincha se cayó desde una altura de más de quince metros y murió en el acto.
Muerte aficionado

Diego Malcovick. Uno de los más peligrosos barras bravas de Newell's Old Boys. Tenía prohibida la entrada a los estadios de fútbol. Lo encontraron el pasado mes de febrero muerto a causa de un disparo en la cabeza.

Esperemos que los aficionados argentinos entiendan de una vez por todas que el fútbol es un deporte, no una batalla ni una guerra, se trata del deporte rey.

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