Villas-Boas: El nuevo Mourinho

Las comparaciones son odiosas, pero cualquiera  notaría que André Villas-Boas, el entrenador más joven de la Liga Portuguesa, es una copia auténtica de su coterráneo José Mourinho. Gestos similares, el hecho de que ninguno de los dos fue jugador de fútbol y hasta el trato con los medios hacen de estos personajes dos hermanos separados al nacer.Se conocen. Villas-Boas fue asistente de Mourinho en el Oporto, en el Chelsea y en el Inter de Milan. Tres contextos muy diferentes que le permitieron conocer de cerca al último técnico campeón de la Champions League, actual mister del Real Madrid. Todo el tiempo que trabajaron juntos sirvió de "escuela" para el hombre que lidera el torneo doméstico con el Oporto, un joven de 33 años que ocupó disimuladamente el lugar que dejó Jesualdo Ferreira el pasado verano. Pero, ¿qué tanto se le parece?

Quisimos entrevistar al clon de Mourinho, pero éste se negó a darnos su palabra. Las razones: odia que lo comparen con su profesor y no le gustan mucho interactuar con los medios. Sí, muy similar a la postura soberbia que suele tener Mou cuando algo no le sienta bien. Ambos se quejan si el colegiado muestra la cartulina amarilla, despliegan un show para las cámaras, y todo eso que vosotros véis continuamente en los partidos -y las conferencias de prensa- del Madrid. De todas formas, el presente de Villas-Boas es para destacar, ya que el Oporto se ubica primero en la Liga de Portugal con siete puntos de ventaja sobre el segundo, el campeón Benfica. Muchos lusos se preguntarán si este joven entrenador podrá repetir la hazaña de Mou en 2004, cuando puso a Los Dragones en la cima del balompié mundial. Aquella Copa Intercontinental la recordarán por los siglos de los siglos, aunque a medida que pase el tiempo soñarán con renovarla. Y qué mejor que con el discípulo de Mou como técnico para embarcarse en un desafío continental y mundial. Pero si pretendemos hacer futurología, conviene ojear el pasado y ver qué cosas adoptó de Mourinho el entrenador que sorprendió a todos con su labor en la Académica Coimbra.

Desde muy pequeño Villas-Boas se sentía atraído por la organización de un equipo de fútbol; le apasionaba todo lo referido a lo táctico, físico, logístico. Se mostraba como un potencial entrenador sin carrera como jugador, algo que hoy no nos extraña en lo absoluto. Si Mourinho, otro que nunca jugó profesionalmente, consiguió 18 títulos como técnico (sin contar los torneos amistosos), nadie puede decir que la experiencia es una condición necesaria para ser ganador. Y eso inspira al actual mister del Oporto, aunque no le quepa mucho la idea esa del "clon". Se probó en las Islas Vírgenes, pero fue expulsado por perder 9-0 con Bermudas. Vaya uno a saber con que jugadores contaba. Poseriormente se sumó al proyecto de Mou como ojeador de rivales y recién en octubre de 2009 comenzaría -nuevamente- su carrera individual en Portugal. Le llamaron de la Académica Coimbra para ahuyentar a los fantasmas del descenso y terminó halagado en la 11º posición. De ahí saltó al banquillo del Oporto, también favorecido por la apresurada salida de Jesualdo Ferreira y otra cantidad de variables que desde España desconocemos. Para la felicidad de Villas-Boas y de millones de aficionados, en lo que va de la temporada el Oporto lleva siete victorias y un empate. Invicto, como el Real Madrid de su mentor. O mejor dicho, ¿su clon?

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