
Se puede decir que
la continuidad de Diego Maradona al frente de la selección argentina atraviesa por un
estado crítico, que tiene sencillamente un sabor a despedida. Hubo cumbre este lunes entre los actores principales de la novela: el entrenador y el presidente Julio Grondona, pero ninguno habló con la prensa tras las dos horas de reunión. Pero la sensación es clara: la película parece haber terminado.
"Si me tocan a alguien del cuerpo técnico me voy", había dicho
Maradona antes de abordar la cumbre del lunes con Grondona. La frase del astro a modo de amenaza-exigencia, repercutió en las pasillos de la AFA pero no parece haber lastimado demasiado. Es que al finalizar el encuentro entre las partes, el cuerpo técnico del combinado argentino se ve con un pie y medio afuera del predio de Ezeiza. Esa sensación es la que dejó la jornada de hoy, que se pensaba sería la definitoria. Pero... los dos actores principales se fueron sin hablar. Silencio con sabor a triste adiós.
Grondona pretende desarmarle a su antojo el cuerpo de trabajo. Y teniendo en cuenta las exigencias que impuso,
Maradona no soportaría que le cambien la cúpula técnica. Y en eso parece mostrarse firme y decidido. Pero hay que alejarse de los rumores y versiones desencontradas: en las próximas horas se resolverá el dilema. Siempre y cuando Diego o el mandamás de la AFA se decidan a hablar públicamente, algo que no hicieron tras la reunión que mantuvieron desde el mediodía hasta las 14.25.
Vayamos al encuentro entonces. Fue en el Predio de Ezeiza -ubicado barrio privado La Celía- donde Maradona y el máximo dirigente argentino tuvieron el tan esperado encuentro, que se hizo esperar por más de 20 días después de la eliminación albiceleste frente a Alemania. El ambiente que agasajó la reunión fue tenso: los rostros que dibujaban ambas caras tras abandonar el lugar eran muy serios y por ello ninguno quiso hacer declaraciones.
Así las cosas el tema parece difícil que tenga un final feliz. Los dos son fuertes en sus posturas y son dueños de un carácter tan drástico que lo que buscan imponer, generalmente lo logran. Por eso chocan: Grondona le habría pedido al astro argento que ya no trabaje más con Mancuso, algo que no puede soportar tal cual lo declaró en el "El Show del Fútbol": "Si me tocan a alguien, incluso al utilero, me voy". Es más, no sólo estaba en desacuerdo con la salida de su ayudante sino que en la cumbre de hoy quería imponerle al presidente de la AFA la inclusión de Ruggeri en su staff. "Y si me dice que no, la seguiré luchando", avisó deseoso el por ahora entrenador.
Más allá de esta situación, mañana la AFA deberá entregar la nómina de futbolistas que juegan en clubes del exterior que serán convocados para el amistoso del 11 de agosto ante Irlanda, en Dublin. Ante tanta desorganización, ¿quién será el autor de dicha lisa? Parece casi imposible que sea
Maradona.