
Se bajó el telón del
Mundial Sudáfrica 2010 y con ello llega el tiempo de conclusiones y análisis mientras España cura la resaca de un lunes histórico. Cuesta, pero hay que despedir un nuevo Mundial y abstenerse por unos cuatro años hasta que Brasil nos de la bienvenida con su calor y su samba. Se fue la primera cita organizada por un país africano y en el área grande quedaron muchas cosas para definir, por ello acá ofrecemos
lo mejor y lo peor del Mundial.
Lo mejor:
* El fútbol desplegado por España. Ganó La Roja. Ganó el fútbol. Esa es la lectura más veloz y oportunista que podemos hacer. La selección de Vicente del Bosque es una justa campeona: tuvo un arranque lleno de dudas pero se consolidó y logró crear una sólida y rica columna vertebral que cimentó su primera Copa del Mundo. La misma se nutre del mejor portero del
Mundial, quien apenas recibió dos goles, salvó su portería cuando más tembló y así se metió en la historia de su país. Sigue con la solvencia de un defensa a la antigua como Puyol, de dos mediocampistas de esos que ya no existen (Iniesta por ejemplo, con clase definió la final) y terminar con un goleador infernal como Villa, que por algo lleva el adjetivo de Maravilla. La Roja no alcanzó un fútbol total, pero su ideal estuvo más allá de las patadas holandesas y hoy el mundo entero la felicita.
* El cambio alemán. El juego practicado por la selección alemana ha sorprendido a muchos aficionados. Los teutones llegaron en silencio y por la puerta trasera, ostentando una de las plantillas más jóvenes de su historia pero desde el silencio encontraron la luz. Sus jóvenes talentos le agregaron al buen dominio de la pelota a su tradicional resistencia, sobriedad y combatividad. Es verdad que no llegó a la final pero el joven equipo comandado por Müller (Botin de Oro) y Özil es un candidato firme para los próximos torneos dado el promedio de edad.
Sudáfrica será el comienzo de una generación de futbolistas germanos, que, seguramente, serán ganadores.
* Uruguay. Y con ello Diego Forlán. El combo perfecto, tanto el jugador como su selección. Aplausos y más aplausos. Es verdad que la historia de la selección uruguaya detalla dos Mundiales ganados, pero aún así llevaba 40 años estar entre los cuatro mejores del planeta pero en
Sudáfrica han logrado pulverizar todas las estadísticas negativa. ¿Cómo lo hicieron? Como manda la historia: a raíz de un proyecto sólido, confiable, a largo plazo y con el mejor entrenador del mundial como gestor: el Maestro Tabárez (otro que se lleva una distinción especial). Por ello la fórmula dio resultado: orden, garra y delanteros brillantes que estuvieron a la altura como Luis Suárez y Diego Forlán. Este último, en especial, el factor más importante del fútbol celeste, escribió su nombre con letras doradas al llevarse el Balón de Oro a mejor jugador del evento, algo que habla también muy bien del criterio de quienes lo eligieron. Sin dudas, uno de los puntos más alto del
Mundial.

* Ghana, la salvadora de África. Todos hablaban de que
Sudáfrica iba a producir el gran salto de calidad de las selecciones africanas, que jamás pasaron la barrera de los cuartos de final. En esta cita tampoco lo hicieron, pero al menos Ghana fue el único que sacó la cara por el continente organizador y por ello merece este espacio. La selección ghanesa a punto estuvo de alcanzar la gloria y estar entre los mejores. Si no hubiese sido por la manos de Suárez y el larguero, hoy la historia sería otra. Claro, se tuvieron que conformar con su dolorosa eliminación en cuartos, pero la imagen que mostraron no se borra y el juego serio, contundente y agresivo, tampoco.
* La tecnología y la organización africana a pesar de las carencias de dicho continente fue un gran salto en la historia de los mundiales. Transmisiones brillantes, efectos especiales de categoría, repeticiones televisivas con todos los lujos de detalles, sorprendieron al aficionado e hicieron que, mirar el Mundial por televisión, sea un entero disfrute. Además, tanto la ceremonia de apertura como la de despedida, fueron dos espectáculos para aplaudir. El calor y la recepción de lo locales también se llevan el aplausos de todos los que por allí pasaron. En definitiva:
Sudáfrica, has cumplido.
Para concluir los elementos positivos: Holanda, que hizo el pasillo de honor de aplausos a España al concluir la final. Thomas Mueller, el más joven Botín de Oro desde Pelé. La atajada de Suárez en el último minuto del segundo tiempo extra ante Ghana. Los goles clave de David Villa. El gol de último minuto de Landon Donovan ante Algeria, que provocó una reacción sin precedentes en Estados Unidos y que provocará un aumento de la afición en ese país. Y por último la presencia de Nelson Mandela en la final, todo un emblema que más allá de estar mal de salud y de estado de ánimo se hizo presente en base a su entereza para enaltecer la ceremonia de despedida.
Lo peor:
* Errores arbitrales. El buen nivel futbolístico que desplegaron varios seleccionados, quedó totalmente manchado y opacado por algunas fallas de los colegiados tan increíbles como imperdonables, que no estuvieron a la altura del Mundial. Basta con observar la final para darnos cuenta lo mal que le hizo esto a la justa del balompié. Lamentablemente las equivocaciones de los árbitros sentenciaron de forma injusta a sus víctimas, como México e Inglaterra por citar algunas. O Uruguay en el partido ante Holanda. Lo más grave aún es que una cita con colegiados de países con poca tradición futbolera, como Uzbekistán o Guatemala, los errores más groseros llegaron por parte de Larrionda, Rosetti y el Webb. Uruguay, Inglaterra e Italia, países de primera línea en el panorama futbolístico. Una pena, se tendrá que solucionar de algún modo.

* La decepciones de potencias como Francia y Italia, dos selecciones finalistas en la anterior edición y que por su historia y legado, estaban llamadas a grandes cosas pero que terminaron fracasando rotundamente por haber practicado un fútbol tan mediocre y pobre. ¿Resultado? Debieron retirarse por la puerta más pequeña siendo incapaces de superar la primera fase, con lo que desataron una tormenta futbolística que llegó a terrenos impensados como el político. Pero hay más en este ítem: otro de los grandes favoritos que se quedó en el camino fue el Brasil de Dunga, equipo que ofreció una imagen muy poco atractiva con una versión más defensiva y sin jogo bonito, que un principio ofreció practicidad y austeridad pero que se encontró con el final sin remedio ante el finalista Holanda. Argentina también entra aquí, plagada de estrellas e ilusión sufrió un duro cachetazo en su eliminatoria contra Alemania, en un partido que sacó a la luz las grandes carencias del equipo de Maradona, que se fue goleado y humillado en el único partido que enfrentó a un equipo denominado potencia.
* Los africanos. Así como destacamos a Ghana, criticamos al resto de los combinados del continente negro. Era su Mundial y todo estaba pronto para ver un despegue definitivo. Sin embargo, la realidad fue otra y obviamente muy dura para los grandes candidatos del continente, y tan solo Ghana logró esquivar la primera ronda. Así,
Sudáfrica se transformó en el primer país anfitrión que se despide en la fase de grupos en la historia de los Mundiales. Costa de Marfil y Camerún, con Etoo y Drogba como estrellas, fueron las grandes decepciones. Pero los africanos siguen muy lejos de la cúspide.
* Individualidades. Las estrellas que no brillaron. Messi, Ronaldo, Rooney, Kaká. Y la lista puede seguir. Estos cuatro, por ejemplo, llegaron con todas luces prendidas y prontos para hacer de
Sudáfrica 2010 su mejor historia, pero se terminaron apagando tan rápido como llegaron. Y con ello se apagó la ilusión de miles y miles de aficionados que esperaban verlos brillar y destacarse. Entre los mencionados tan sólo suman un gol y del deseo y pronostico de convertirse en los jugadores más desequilibrantes pasaron al más oscuro ostracismo. Una pena. Eso sí, tiene la juventud como aliado y Brasil 2014 los espera para una revancha.

* El famoso y polémico Jabulani. Ratificada por la NASA que su comportamiento es impredecible, terminó siendo un enemigo inesperado para los futbolistas. A este
2010, los balones que la firma Adidas fabricaba para los Mundiales eran crédito de fiabilidad, como es el caso de los históricos Tango o Etrusco. Sin embargo, el Jabulani rompió esa racha y se ganó todas críticas de los actores y protagonistas de la gran cita, generando continuos debates y dibujando trayectorias imprevisibles que han dejado en evidencia a más de un portero, como el inglés Robert Green o el argelino Fawzi Chaouchi. Un aspecto a mejorar.
Como lo peor también incluimos, algunos momentos de inseguridad que se vivieron por ejemplo a partir que el famoso catalán Jimmy Jumps que burló el sistema operativo de seguridad y casi toca la Copa. La baja concurrencia en algunos partidos. El ruido atronador de las vuvuzelas. El incidente con funcionarios públicos insultando a familiares de seleccionados mexicanos.