Vidas de drogas y alcohol: las estrellas del fútbol que son un mal ejemplo

Las estrellas del fútbol mundial, frecuentemente son considerados ídolos para grandes y pequeños de todo el planeta. Su habilidad y destreza, su desempeño en el campo de juego y su inteligencia, predican una buena imagen para el crecimiento personal y para el trabajo en equipo. Pero no siempre son el mejor modelo a seguir, en algunos casos se muestran como un mal ejemplo. A lo largo de la historia encontramos una serie de figuras de excelencia en el deporte que han arruinado su imagen con malos comportamientos.
La muestra más clara la ha dado sin dudas Diego Armando Maradona. El "10" ha sido portada de diarios en numerosas ocasiones por su adicción a la cocaína y al alcohol. Hace casi 20 años, en 1991, Maradona fue detenido por posesión de cocaína, mientras que en el año 1994 el test antidoping durante el Mundial Estados Unidos 94, dio positivo. Maradona es recordado también por haber disparado a periodistas con un rifle de aire comprimido.
Actualmente, tanto el mexicano Giovanni Dos Santos como el francés Sidney Govou, tienen problemas con el alcohol. Mientras que el primero fue fotografiado en estado ebrio durante una fiesta, Govou sufrió un accidente de tránsito por manejar en ese estado. Otro quien sufre adicción al alcohol es el inglés Wayne Rooney, fotografiado por la prensa en un palco de Old Trafford. Por otro lado, Cuathemoc Blanco también fue víctima de la prensa al haber sido fotografiado bebiendo en una fiesta nocturna en plena concentración premundialista.
Volviendo a Sudamérica, el brasileño Maicon es otro quien no predica con el ejemplo. Su calidad de referente en el deporte queda opacada por su adicción al alcohol: el jugador fue expulsado por su entrenador José Mourinho luego de que llegara borracho al entrenamiento.
La pérdida de la capitanía del inglés John Terry fue otro de los malos ejemplos que un jugador dio al mundo. Terry dejó de llevar el brazalete de su equipo por haberle sido infiel a su esposa, con la novia de su compañero Wayne Bridge.
El talento y el buen ejemplo que un jugador da en el deporte, para ser un auténtico líder de opinión, se debe corresponder con su actividad en la vida personal, o al menos, lejos de las cámaras.