Manchester United - Arsenal: los de Ferguson acarician la final de Roma

[caption id="attachment_1210" align="aligncenter" width="431" caption=""La mejor manera de celebrar mi cumpleaños", pensará O'Shea: con un gol en semis de Champions League"]oshea-manchester-arsenal[/caption]

Si bien entre dos equipos del mismo territorio, de esos de los que no sabes qué esperar cuando juegan entre sí porque ya se han visto las caras demasiadas veces, esta eliminatoria que estaba dispuesta entre el Manchester United y el Arsenal sí existía un favorito a priori. Es que el campeón reinante tiene bastantes más galones que el conjunto de Wenger, siempre dispuesto a hacer lo suyo, pero ya sin la contundencia que supo tener en el pasado inmediato. Finalmente, los pronósticos previos se terminaron cumpliendo y el United de Ferguson acaricia la final de Roma luego de ponerle ritmo y sustancia a un cotejo que lo tuvo como claro dominador de principio a fin. Pero, vaya detalle, no pudo terminar de cristalizarlo en el marcador. Así que cualquiera que diga que la llave está más que abierta tiene todo el derecho a expresarlo, aunque la diferencia de juego que se vio hoy habla por sí sola.

El dominio del Manchester United sobre el Arsenal en la primera mitad fue prácticamente absoluto. Es más, tiene que agradecerle Arsene Wenger a Manuel Almunia el hecho de que en ese acto no haya quedado finiquitada la serie entera. El portero ex Albacete estuvo particularmente inspirado y negó varias posibilidades claras de gol. Rooney, Tévez, Cristiano Ronaldo y hasta Anderson hicieron de las suyas en ese primer período, donde los londinenses estuvieron desdibujados, carentes de fútbol y sin nada profundidad como para siquiera inquietar a Van der Sar, un protagonista de lujo de esa etapa inicial. ¿Y el gol? A pesar del fútbol generado por los mancunianos, el tanto llegó por un grosero quedo defensivo de los "gunners". No fue ninguna de las estrellas sino O'Shea, quien cumplía años en el día de ayer, quien se sirvió en bandeja el tanto de obsequio.

La tónica no cambió demasiado durante el segundo acto. Si bien el United no se dedicó tanto a dominar el cotejo de manera flagrantemente ofensiva como lo había hecho en el primer acto, sí mantuvo el dominio en la posición y bien pudo haber finiquitado en alguna contra. Poco, poco del Arsenal, al que no le bastó con un Adebayor que no paró de pelear en vano contra esas dos murallas que tiene como centrales el bueno de Sir Alex ni con los intentos de Cesc, que jugó un partido correcto pero lejos de su mejor versión. Da la sensación de lo que tiene a mano Wenger es poco comparado con lo que tiene para ofrecer su contrincante. Pero vamos, esto es fútbol, el partido de vuelta se juega en casa de quien debe remontar y un gol es poca cosa. Eso sí, que no caiga uno del United...

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