Liverpool - Arsenal: el día que Arshavin conquistó a su hinchada
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No causó tanto ruido como quizás se podría haber esperado hace algunos meses atrás (después de la final de la pasada Copa UEFA, por ejemplo) la salida de Andrei Arshavin hacia un equipo importante de los tantos que decían pretenderlo a lo largo y ancho de Europa. Finalmente fue el Arsenal el destino del descarado ruso con aspecto de puber que no lo es tal. Pero, repetimos, su arribo a la capital inglesa no fue estruendoso ni mucho menos. Quizás la razón fue que su juego no logró encandilar al mundo del balompié en su participación con el Zenit en la Champions League, quizás despertó más controversias con sus polémicas -y machistas- declaraciones. Ahora, el día de la reivindicación llegó por completo. Solamente hizo falta un Liverpool - Arsenal para que el gesticulador soviético se ganara el cariño de su respetable.
Vale decir que esta Premier no es precisamente la de Arsene Wenger y sus chavales. Ellos parecen estar abocados totalmente en su gran deuda histórica y, lógicamente, apuntarán todos sus cañones ahí. Sin embargo, los partidos de gala son los partidos de gala; y esos no se regalan así como así. Un Liverpool - Arsenal (como un partido contra el United, el Chelsea o el Tottenham) se juega con todo. Y mucho más si es necesario frenar el envión que trae el de enfrente. Porque son ellos los que necesitan hacerse con esta edición de la League como ninguno de los otros que está en la conversación. Así es como apareció un rusito con aspecto inofensivo pero muy entrometido para bajar los humos de los de Rafa Benítez.
Sin Van Persie ni Adebayor para encargarse de perforar las redes, Bendtner y Arshavin eran las opciones preferenciales. Y el de San Petersburgo se marcó un partido de esos que lo hicieron popular a lo largo y ancho del globo. Poco importó que sus cuatro goles hayan sido minimizados por esa igualdad in extremis de Benayoun o la notable -y van...- actuación de Fernando Torres; poco importó que los tres puntos no hayan quedado marcados a favor en la clasificación. Cuando uno es capaz de ver semejante partido de fútbol y tener enfrente a un talento capaz de marcarse un cuarteto, el resultado final es lo de menos. Que buena que está la Premier cuando estos tíos se ponen a jugar como si fuese el último match de sus vidas...
Si bien Arshavin ya había demostrado en partidos previos con la camiseta "gunner" que tiene madera de sobra para jugar en dicha competición, tranquilamente podría decirse que hoy fue el día en que se metió en el bolsillo a su afición. "Qué lástima que no puede jugar Champions". Esa es la sentencia que se le pasa por la cabeza hoy por hoy a cualquier hincha del club londinense, ese que antaño fue el más duro, rocoso y temido de todas las islas; ese que cambió su filosofía con la llegada de un francés; ese que, quien lo sabe, puede llegar a tener a un ruso como ídolo a no mucho andar.