El Valencia, camino a la resurrección

La temporada pasada fue un auténtico escarnio para el Valencia. No había día en el que la entidad ché no fuera noticia, y nunca por cosas precisamente buenas. Cambios en la junta directiva, nula comunicación entre cúpula, entrenador y jugadores, históricos borrados del equipo y una plantilla que daba para mucho más, pero estaba desmotivada y en un clima de guerra constante, en el cual era prácticamente imposible abstraerse y pensar en el fútbol. A pesar de contar con jugadores de gran valía y con un equipo como para pelear por cosas importantes, el Valencia terminó de mitad de tabla para abajo. Pero con una Copa del Rey ganada con puro amor propio y temple, a pesar de la pésima relación que Koeman tenía con sus pupilos, les dio el pasaje a Europa y también la oportunidad de plantearse que con un ciclo nuevo todo podía volver por los fueros de la normalidad. Ese equipo se había acostumbrado a estar entre la elite en los últimos años y no hubiese tolerado algo que por momentos estuvo cercano como el descenso de categoría. Por eso mismo, no es de extrañar que ahora el Valencia esté emprendiendo -o al menos intentando- su camino a la resurrección.

En estas cuatro primeras jornadas, el equipo ahora conducido por Unai Emery supo sacar adelante la mala situación que había heredado del año pasado. A pesar que los nombres de los protagonistas no difieren sustancialmente (al menos en las posiciones más notorias) de la nómina del pasado curso, lo cierto es que los aires de renovación se respiran por los cuatro costados en Mestalla. Da la sensación de ser una especie de "borrón y cuenta nueva" en la mente de todos los involucrados en este nuevo proyecto y las ganas son muy diferentes a la tumultuosa finalización de la 2007/2008. Y esto ya se ha trasladado al terreno de juego, un lugar en donde el Valencia tiene material de sobra para confiar en terminar arriba dentro de las posiciones.

La portería, acaso, sigue pareciendo el sitio menos fiable del conjunto valencianista. Motivo de discordia en la pasada temporada, ahora la llegada de Renán supuso una mayor tranquilidad, pero lo cierto es que ya se ha mostrado dubitativo en algunas acciones. A este servidor no suelen gustarle para nada los cancerberos brasileños, así que puede que el defensor de la valla verdeamarela en los pasados Juegos Olímpicos ya reste puntos de por sí en su consideración. Pero posee a un expeditivo lateral derecho como Miguel o centrales como Albiol, Alexis o Marchena en la zaga defensiva. Una última línea, que sin llegar a ser fuera de serie, aporta garantía y sobriedad. Tal vez otro de los puntos flacos de este Valencia sea el sector medio del centro del campo, aunque Albelda, Fernandes y Edu vienen haciéndolo bien por lo pronto.

Pero sin dudas, si tiene un punto fuerte este Valencia es la variedad y calidad de nombres que prometen buen juego de tres cuartos de campo para adelante. Allí se dan cita la velocidad, la explosión y la capacidad de definición mortífera encarnada en un nombre clave. Un talentoso como David Silva (en el dique seco, de momento), el chaval Mata, que está pasando por un momento grandioso, puñales de banda como Vicente o Joaquín y, por supuesto, un top 5 de delanteros de la Liga como lo es David Villa. El 7 de la selección española está viviendo un estado de forma sublime y se está haciendo cargo de ser la cara visible, el buque insignia de este no-tan-nuevo Valencia. Sus goles y su entusiasmo invitan a soñar a la afición ché, aunque es sabido que los millones en danza en torno a su nombre empezarán a guarecerse ni bien se abra el mercado de pases.

Unai Emery sabe que está ante la posibilidad de su vida. Luego de su destacada actuación al frente del Almería, le tocó el turno de comandar los destinos de un equipo con mucho potencial. En una época post-turbulencias, sí. Pero sabiendo perfectamente con qué bueyes araba y a qué destino podía arribar a futuro. Ahora tiene que demostrar aquellas condiciones que lo llevaron de un pequeño a uno mucho más ambicioso en su nuevo hogar. Tiene a su favor que todo el entorno parece estar mentalizado en llevar las cosas adelante y volver al lugar de privilegio que ostentaba hace no mucho tiempo. Sin lograr brillantez ni maravillar a propios o extraños, el Valencia se encuentra liderando el campeonato en estas cuatro jornadas. Muchos dirán que todavía no se la ha ganado a ningún rival de envergadura. Puede ser, pero también cierto es que esa clase de partidos el año pasado se contaban por derrotas. Está claro que queda mucho, muchísimo camino por andar y el tiempo se encargará de poner cada cosa en su lugar. Pero lo cierto es que muchas condiciones parecen estar dadas para que el Valencia vuelva por sus fueros.

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