Los nobles caballeros del área

nihat.jpgSon cinco y todos tienen la misma misión. Son cinco y todos nacieron para lo mismo. Uno proviene de Brasil y, cuando nadie lo esperaba, se destapó por completo. Otro de ellos es holandés, y todos sabemos de lo que es capaz. No por nada tanto se le teme. El tercero es argentino, y tan sólo se encuentra confirmando lo que todos sospechábamos de él. El cuarto en discordia es español, de la ciudad de Santa Coloma de Gramanet, más precisamente. Nadie puede creer que, a pesar del tiempo y los hechos, siga todavía en el mismo lugar. El último de todos ellos, el turco, presenta el caso más peculiar: no escoge los mismos caminos que todos los anteriores para lograr el fin preciado. Pero a todos los une lo mismo, de eso no cabe duda. Así son los pichichis. Inflar las mallas, hacer delirar a las aficiones y ser el terror de los porteros es lo que la vida les dejó como misión a estos cinco artilleros. Luis Fabiano, Ruud Van Nistelrooy, Diego Milito, Raúl Tamudo y Nihat Kahveci. Estos cinco caballeros que, con sus propias armas, adquieren dimensión de superhéroes. Luis Fabiano está revelando una contundencia inusitada, la misma que le hizo creer al sabio Monchi de que allí debería quedarse. Y está pagando con goles su continuidad ahora inapelable. Ruud va camino a ser un santo en el Bernabeu. De él siempre se espera lo mismo, y jamás defrauda. Diego Milito es prácticamente el último bastión de resistencia que queda en Zaragoza. Su rendimiento nunca baja y los goles, con él, se cuentan por decenas. Tamudo, que se puede decir de Tamudo. Acaso uno de los goleadores menos valorados, todo por no estar en el sitio indicado. Y Nihat, ese diabólico turco de corridas trepidantes y pegada esplendorosa. No necesita ser un delantero centro para hincharse a goles. A él no le importó que las lesiones no lo respetaran. Es que él tampoco respeta a las redes. Son cinco. Son cinco pero el premio será solamente de uno. De todos modos, que alguno de los otros cuatro esté por delante no los hará claudicar en ningún momento. Las porterías tienen que seguir siendo vulneradas pase lo que pase. Y eso lo saben mejor que nadie.

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