
Habría que buscar exhaustivamente en las estadísticas de la historia del fútbol de primera española para encontrar un inicio de temporada tan malo como el que está teniendo el Levante actualmente.
Nada ha cambiado desde que el italiano Giovanni De Blasi asumió la dirección técnica de la entidad valenciana, incluso quienes ven a los azulgranas a menudo no dudan en afirmar que el equipo juega incluso peor. Tal es así que sólo ha cosechado 7 puntos en 17 jornadas ligueras, lo que arroja un demasiado magro porcentaje de 0,41 puntos por partido disputado.
El club, para colmo de males, se encuentra sumido en una gran serie de conflictos internos, en los que se hallan enredados varios importantes miembros de la plantilla y hasta el mister. De Blasi, con bastante poco tino, declaró que
"ni Mourinho ni Rafa Benítez podrían salvar a este equipo con esta plantilla", desmereciendo aún más la calidad de sus jugadores. Encima Savio, Álvaro y Riga se dan en el lujo de faltar al primer día de entrenamiento, lo que complica aún más la cuestión.
Poco y nada ha hecho el Levante esta temporada, eso está claro. Con lo que hay en la plantilla no parece haber salvación y se impone drásticamente fichar -y hacerlo bien- en el mercado invernal. Aun así, nada le garantiza la salvación. Está a 10 puntos del equipo más cercano en la tabla de posiciones, el Deportivo La Coruña. Por esto mismo, debe tratar de conseguir la mayor cantidad de puntos posibles, vencer en la segunda vuelta a los rivales directos y, además, esperar algún pinchazo de los equipos que se ubican por encima. Toda una misión más que complicada.
¿Ya está el primer descenso definido?