La Copa y la maldición del anfitrión

Jugar la final de la Copa del Rey en tu casa no es garantía de éxito, más bien lo contrario. Repasamos algunos de los casos más recordados.

El Barcelona recibió como una noticia agridulce el disputar la final de Copa del Rey ante Athletic Club en su casa, en el Camp Nou. En contra de lo que pueda parecer, disputar un partido tan importante en tu estadio no es garantía de victoria en la competición copera, más bien lo contrario. De todas las finales celebradas en casa de alguno de los dos finalistas, 10 veces ha ganado el anfitrión por otras 13 que ha visto cómo su rival se alzaba con el trofeo sobre su césped ante unas gradas abarrotadas de aficionados que no vestían sus colores.

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"No sería la primera vez que alguien pierde la final en casa", dijo Luis Enrique en rueda de prensa, y no anda desencaminado. Ya en la primera edición de Copa en España, el Athletic Club derrotó 3-2 al Madrid CF en el Hipódromo de La Castellana, donde se comenzaba a practicar profesionalmente el por entonces denominado 'foot-ball'. Este episodio se repetiría en 1958, ya en el Santiago Bernabéu, con un resultado de 2-0 con los mismos equipos protagonistas sobre el césped. Pero si hay un especialista en aguar fiestas en campo contrario, ese es el Atlético de Madrid, que se ha hecho con el trofeo en el estadio del rival en cuatro ocasiones (1960, 1961, 1992 y 2013), todas ellas ante el Real Madrid.

Entre todas estas finales perdidas por el anfitrión encontramos algunas memorables, dos de ellas protagonizadas por el conjunto colchonero. La primera de ellas tuvo lugar en 1992, cuando el Atlético de Madrid venció por 2-0 al eterno rival en el Santiago Bernabéu con dos tantos de Schuster y Futre. Los rojiblancos anularon a lo que quedaba de la Quinta del Buitre con un juego intenso y motivados por la arenga de su técnico, Luis Aragonés, antes de saltar al césped de Chamartín.

Otra memorable victoria del Atleti en el feudo madridista tuvo lugar hace nada, en 2013, un 2-1 que significó mucho más para los colchoneros que un simple título. El gol de Miranda en el descuento supuso la primera victoria en más de una década del Atlético de Madrid sobre su eterno rival, el brasileño con la misma potencia que cabeceó el balón apartó del pensamiento rojiblanco el sentimiento de inferioridad ante el otro gran equipo de la ciudad -sin olvidarnos del Rayo-, y desde entonces los de Simeone comenzaron a desempeñarse como hacía tiempo que no se veía en el Manzanares, logrando un año más tarde la guinda del proyecto, la Liga, con otro cabezazo de un defensa.

Pero si hay una victoria en casa de un finalista que reluce por encima del resto esa es sin duda la de 2002, de nuevo con el Real Madrid como víctima. Como si se tratara de una temporada guionizada, los blancos lograron que la Federación asignara la final de Copa en el Santiago Bernabéu justo el mismo día que el equipo celebraba su centenario como club, pero el rival, el Deportivo de La Coruña, se negó a ser un mero espectador y aguó todas las celebraciones madridistas venciendo 1-2 dando lugar al famoso 'Centenariazo'.

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