Máximo Goleador Histórico en Argentina: Arsenio Erico (363 goles)

Aprovechando el récord de Lionel Messi en España, repasamos los máximos goleadores de las ligas más importantes del mundo caso por caso

"Erico es diferente a todos, a todo lo que vi. Un jugador notable. Todo lo que engloban, sin exagerar, las cinco letras de la palabra crack. Para mí, un malabarista de circo, un artista. Perdón, un gran artista. No hubo otro así”. Palabras sólidas firmes y absolutamente devotas de un mito como Alfredo Di Stéfano. El receptor es, era y fue, el mítico Arsenio Pastor Erico, 11 años menor que el madridista pero gran ídolo del mismo y de otros muchos de su generación. "La vida me hizo compartir y enfrentar deportivamente con buenos jugadores. Me hubiera encantado cruzarme con él. Era un trampolín. Había algo de eso bajo sus botines. Movía bien las piernas, su cuerpo en sí. Tenía un salto único. Y encima era un buen tipo. Buena gente eh", recalcaba hace unos años una leyenda argentina de la que fue la suya durante su infancia. Y no era un cualquiera pues Erico anotó 293 goles con Independiente y nada menos que 363 en toda su carrera, lo que le hacen ser el máximo goleador de la historia del fútbol en Argentina, pese a ser realmente paraguayo.

Nacido en Asunción y de abuelos paternos italianos, sus muchísimos hermanos y primos le sirvieron como ‘experimento’ para jugar y jugar durante su infancia en cualquier lugar, aunque varios de ellos llegaron al profesionalismo con Nacional durante los primeros años del nuevo siglo y hasta la década de los 40. ¿Cómo se ganó esa fama? Por sus increíbles remates y bochornosas aptitudes en el área. Empezó con 15 años siguiendo la tradición familiar de jugar en Nacional de Asunción y unos días después, tanto gustó a los entrenadores, que debutó. Sí, debutó con 15 años en la élite.

En 1932 estalló la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia y como Erico aún no tenía edad de ser enrolado, le permitieron acompañar una gira en una selección de la Cruz Roja con fines de recolección de fondos. Ahí el muchachito deslumbró en tierras argentinas. Le echaron el ojo dirigentes de River Plate e Independiente, mas fueron los de esta última entidad quienes pudieron hacerle firmar un contrato profesional. Pero había un inconveniente: Erico debía eventualmente hacer la conscripción efectiva en su patria que estaba en guerra. Los argentinos le consiguieron un permiso especial del ministerio de defensa guaraní de modo que Erico pudo iniciar su brillante carrera en Argentina. En su segundo partido marcó y ya no dejó de hacerlo… El ‘Saltarín Rojo’ fue ter veces máximo goleador de campeonato argentino de manera consecutiva, en solitario y llegando a cifras impensables en aquellas épocas (47, 43 y 40 gritos consecutivamente).

Una grave lesión que lo dejó apartado dos años, pudo poner en peligro su carrera pero regresó con una marca personal imbatible de 48 goles en un curso, lo que le sirvió para ser el máximo goleador histórico en un torneo largo y el de mayor promedio de gol jamás visto allí (1,43 goles por partido). Fueron años perfectos con títulos para el Rojo’, al nivel de los mejores del planeta. Cuando se cansó, pese a recibir ofertas brutales de River y San Lorenzo, acabó por renovarlo y, cuando salió, era una versión menor, para acabar su carrera en Huracán antes de retirarse del fútbol argentino cerrando su récord.

Años después, llegó a alternar partidos como jugador y director técnico con ‘su’ Nacional, se casó a edad avanzadísima ya casi como jubilado feliz y debido a una complicación sanguínea, le fue amputada la pierna izquierda en 1977. No lo superó. El día de su muerte, jugaban Independiente contra River Plate, los dos clubes que pujaron por los servicios de sus goles y la gente coreó durante largos tramos: “¡se siente, se siente, Erico está presente…!”. Hoy, está considerado el octavo mejor jugador de fútbol en Sudamérica durante el siglo XX.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=cXEySHnuJqE]

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