Tras caer en la primera fase de Brasil 2014, la selección española se ha convertido en el cuarto equipo campeón que no puede superar la fase de grupos del siguiente mundial. El debate está abierto y la revolución en el equipo será un hecho en las próximas fechas. Repasamos como fueron las eliminaciones y el proceso posterior a ellas en las selecciones que vivieron una situación similar en el pasado.

Piedras y una horca contra Feola en 1966

Brasil fue la primera selección campeona que no pudo clasificarse para la segunda fase. El mundial de Inglaterra 1966 será recordado como el lunar de una generación de magníficos futbolistas entre los que se encontraba Pelé. El país se levantó en armas tras la eliminación de sus seleccionados, y nuestro titular no se refiere a una metáfora sobre la situación, sino al relato de los hechos ocurridos tras aquella histórica derrota de Brasil ante la Portugal de Eusebio.

Los aficionados tomaron Río de Janeiro presos de la histeria. Algunos de ellos colocaron una enorme horca en la Plaza del Teatro Municipal en la que se podía leer: “Esperamos a Feola y a los miembros de la comisión, responsables de la humillación del fútbol brasileño”. La situación era tan tensa que el domicilio de Vicente Feola fue apedreado y sus familiares recibieron escolta policial en todos sus movimientos. De nada sirvieron las excusas y el hecho de que los brasileños sufrieran la violencia de sus rivales durante el torneo.

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Feola abandonó el cargo y en el equipo se produjo una gran metamorfosis. De hecho, solo seis jugadores que estuvieron en Inglaterra 1966 repitieron en el equipo de 1970. En México volvieron a ganar el mundial, dejando para la historia momentos espectaculares y un fútbol que para muchos no ha vuelto a repetirse, pero lo cierto es que el camino hacia ese título estuvo cargado de dificultades e incluso Zagallo, el seleccionador campeón en 1970, sustituyó a su predecesor Joao Saldanha muy poco tiempo antes del inicio del campeonato.

El fracaso de la generación gloriosa en 2002

Tras dominar el fútbol mundial en 1998 y el europeo en 2000, nadie podía pensar que la poderosa selección francesa de Roger Lemerre iba a protagonizar una de las mayores decepciones de la historia de la Copa del Mundo. Gran favorita al título junto a Argentina (que también se fue en la primera fase), los campeones del mundo contaban con futbolistas de la talla de Zidane, Trezeguet, Thuram o Thierry Henry. Pero sobre el campo las cosas comenzaron a torcerse desde el primer momento.

En el partido inaugural ante Senegal se produjo el gran bombazo, y tras aquella derrota los galos no pudieron remontar el vuelo. Se marcharon de Japón/Corea sin marcar un solo gol. A su llegada a París los jugadores recibieron el calor de los aficionados, y se puede afirmar que la sensación general fue la de dar las gracias a una generación que había hecho soñar al país en años precedentes. En cambio, Roger Lemerre fue el gran blanco de las críticas y pagó con su puesto el fracaso. Se le acusó de hacer experimentos con los delanteros y con los jugadores del centro del campo, culpabilidad que él mismo asumió. Jaques Santini le relevó en el cargo pero Francia volvió a Fracasar en la Eurocopa de 2004, esta vez cayendo ante Grecia en los cuartos de final del torneo.

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Italia naufraga en 2010

Tras el éxito de 2006, Marcello Lippi volvía a estar al frente de la selección italiana en el mundial de Sudáfrica. El objetivo no era otro que llevar al equipo de nuevo al cetro mundial. Pero con un estilo caduco, Italia no fue capaz de vencer a Paraguay ni a Nueva Zelanda, por lo que tuvo que jugarse a una carta su clasificación ante la debutante Eslovaquia. El 3-2 condenó a la eliminación a la Azzura ante el estupor de medio mundo. Estaba cantado que Lippi no continuaría tras la Copa del Mundo, pero fue finalmente el 1 de julio de 2010 cuando Cesare Prandelli fue presentado en la sede de la federación italiana. Con él comenzaba una nueva época, adornada de un cambio de estilo que ha hecho de Italia un equipo más atractivo y competitivo. En 2014 aspira a todo.