Verona, la ciudad racista

Este domingo a las 15:00 tendrá lugar en el Stadio Bentegodi, un partido que conlleva una gran rivalidad entre los equipos que lo juegan. El Hellas Verona, como local, recibirá al Napoli. Para entender la rivalidad entre estos dos equipos nos tenemos que remontar a la década de los 80, que por casualidad o no es la época más gloriosa de ambos equipos.

La fama de Verona como una ciudad racista, violenta o homófoba sin embargo viene de mucho antes de la famosa década de los 80 en la que Italia era un referente en lo futbolístico. Lo cierto es que sea Verona o sea cual sea la ciudad del norte de Italia, todas tienen un especial odio a todo lo que represente el sur de Italia desde la unificación del país en el siglo XIX.

Si Verona es aclamada por muchos italianos como una ciudad racista y violenta es en gran medida por muchos capítulos de crónica negra que se han escrito en las calles de la ciudad de Romeo y Julieta. Muchos veroneses no son violentos y racistas aunque una gran cantidad de ellos hacen que esta fama siga perdurando en el ideario colectivo de muchos italianos, sobre todo en el sur del país, un sur en donde se encuentra Nápoles.

Volviendo al tema del fútbol, el odio entre las dos aficiones tiene casi la misma procedencia que en todas las rivalidades que atesora el conjunto partenopeo por toda Italia. El odio norte-sur. Muchos afirman que anteriormente a la década de los 80 en la que ni el Napoli era tan importante en Italia ni lo era el Hellas, los encuentros entre estos dos equipos se desarrollaban sin problemas entre las dos hinchadas.

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La “guerra” entre las dos aficiones, la que había entre ciudades ya había comenzado mucho antes, comenzó a raíz de un encuentro en la ya citada década de los 80, quizás porque ambos equipos luchaban por los mismos objetivos y con ganas de aumentar la temperatura del partido. En ese partido, los veroneses recibieron al equipo napolitano con un tifo en el que ponía “Bienvenuti in Italia” (Bienvenidos a Italia) intentando dejar claro que para ellos Nápoles no es Italia. Acto seguido desplegaron un tifo en el que se podía leer “Lavali col fuoco o Vesuvio” (Lávalos con el fuego del Vesubio) acompañado de un canto con la misma letra y que desgraciadamente se ha ido extendiendo por toda Italia hasta el punto de que aficionados de la Roma o la Juventus lo cantan en sus enfrentamientos contra el Napoli.

Lógicamente y sin entender a qué venían tales provocaciones por parte de los veroneses, los napolitanos mostraron su rechazo ante tales ataques. Esperaron al partido de vuelta contra el Hellas Verona para responderles. En dicho partido los napolitanos respondieron con una pancarta en la que se podía leer “Veronesi non dimenticate che Giulietta era una zoccola” (Veroneses no olvidéis que Julieta era una zorra). La guerra estaba ya abierta.

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Desde entonces y hasta nuestros días el odio entre los aficionados del Nápoles y los del Hellas y más aún el de los napolitanos y los veroneses ha ido in crescendo hasta el punto de que un napolitano no es bien recibido en Verona y viceversa. Quizás Juventus, Hellas y Roma sean las tres grandes rivalidades del Napoli. Después de casi 13 años se vuelven a ver las caras ambos equipos en Serie A luchando por los mismos objetivos. Unos objetivos que por aquel entonces eran muy distintos. En aquel 20 de mayo de 2001, Napoli( antes de su refundación) y Hellas luchaban por la permanencia, permanencia que sólo consiguió el Hellas. El partido se saldó con un 2-0 para los napolitanos. El domingo, ambos equipos se enfrentarán con el objetivo de lograr unos 3 puntos que les vendrían muy bien para mantenerse en posiciones europeas. Posiciones europeas a las que en los últimos años están muy bien acostumbrados en Nápoles, no tanto en Verona ya que el Hellas es un equipo recién ascendido que de la mano de Luca Toni, Iturbe o Jorginho está siendo el equipo revelación de la temporada.

Ambos equipos vienen ganar en su último encuentro y les gustaría que la racha positiva continuase. Una fiesta del fútbol, un gran partido en el que la violencia el racismo y la provocación esperemos que no aparezcan.