El caballo ganador menospreciado

Los métodos de Mancini no provocan elogios

Éxito y fracaso, los dos polos del ser humano. La gloria y la pesadilla, el triunfo y la derrota. Estilos, estrategias, puntos de vista, filtros sociales. El mundo del fútbol somete a cada una de las unidades que lo forman a un foco de atención que en muchas ocasiones acaban en victorias y en otras muchas en derrotas.

A la victoria se le atribuyen ciertas características que en todas de ellas destaca el positivismo, la luz, la estética y, al fin y al cabo, el éxito. Sin embargo, a la derrota se le atribuyen otros no tanto elogiables.

En Manchester se vive una situación antagónica, curiosa. Roberto Mancini puede ser considerado uno de los técnicos que menos elogios y reconocimientos recibe por parte de sus aficionados y de los seguidores al fútbol en general. A un paso de poder coronarse campeones de la Premier League el técnico del Manchester City ha sido el gran foco de los dardos envenenados de la opinión pública.

Su origen italiano ha creado en él una filosofía que destaca por sus planteamientos defensivos, lejos de arriesgar en exceso. Sus encuentros en Inglaterra cuentan con un factor común. Ante victorias momentáneas los sky blues veían vez tras otra cambios y sustituciones de alto carácter defensivo, retirando del terreno de juego futbolistas ofensivos y dando entrada a otros más físicos y defensivos entre los que ha destacado principalmente De Jong.

En el Ettihad Stadium los cambios de jugadores como Sergio Agüero o David Silva no han caído durante la temporada de buen agrado, y curiosamente, en muchos de los casos, esos resultados momentáneos positivos se acababan convirtiendo en tropiezos, destacando todavía más esos cambios de sistemas para amarrar resultados.

Roberto Mancini, un técnico criticado, lejos del perfil británico, pero que, pese a todo, ha ido cumpliendo metas de lo prometido a su llegada hace dos temporadas y media.

En un principio afirmó que los citizens lograrían clasificarse para la Liga de Campeones. Y así fue. Esta misma temporada participaban en la máxima competición continental, pese al fracaso de la eliminación. Y, a falta de una jornada, los sky blues son líderes y tienen en sus manos la oportunidad única de conseguir la primera Premier League de historia bajo esta denominación liguera.

Sus formas no son las mejores estéticamente hablando, al menos eso afirman las voces entendidas. Sin embargo, a nivel de títulos, sus formas no se han visto resentidas, ya que en su palmarés como entrenador profesional aparecen, entre otros, 3 Ligas Italianas, 3 Coppas de Italia y una FA Cup, lograda con el Manchester City la pasada campaña. A día de hoy, con los de Manchester, tienen la oportunidad única de maquillar una temporada marcada por los fracasos europeos y que, con este título, además, supondría darle un golpe moral al rival de la ciudad.

En caso de vencer su continuidad la tiene asegurada en el conjunto citizen. Pese a todo, pese a las críticas, pese al poco apoyo mediático que sufre cada semana por los planteamientos rácanos, pero efectivos, de los del Ettihad Stadium, pese a ir en contra de las tradiciones ofensivas del fútbol británico, pero fiel a su estilo, y fiel, de no ocurrir nada ilógico, a su cita con los títulos, ya que en la última década, en caso de salir campeón de la Premier League, lograría su décimo título. Es decir, el técnico criticado, menospreciado, lograría diez títulos en diez años teniendo en cuenta sus etapas en la Lazio, Inter de Milán y ahora, en el Manchester City.

Con una de las mejores plantillas del viejo continente con jugadores de la talla de Sergio Agüero, David Silva, Yaya Toure, Joe Hart o Carlos Tévez es capaz de unir éxito y derrota en un mismo logro. En caso de ser campeón, ¿se le criticará por las formas o el título maquillará las supuestas carencias que tanto se le han denunciado?

Ahora el viento sopla a favor de los citizens, y entonces las críticas se olvidan. Sin embargo, en caso de catástrofe, todo el mundo sabe hacia donde irán dirigidas las recriminaciones y los debates en busca de culpables.

Roberto Mancini, criticado pese a tener en sus manos el título de una de las mejores ligas del Mundo, sino la mejor.

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