Inglaterra: La FA y el daño irreparable al Tottenham

Los Spurs se han visto afectados por los rumores que rodearon a Redknapp

La contratación de Roy Hodgson como seleccionador de Inglaterra ha dejado daños colaterales con el Tottenham como víctima por los rumores que rodearon a Harry Redknapp. Analizamos la situación.

Nunca fue excéntrico ni encontró alteraciones a sus ideales cuando se puso delante de un micro, pero Wembley, la selección y con una Eurocopa a un mes vista, había generado unas expectativas fuera de lo común. Por ello, incluso el impasible y calculador Roy Hodgson, dejaba entrever nervios con su corbata ladeada y su chaqueta algo más apretada de lo que él mismo imaginó. Y mientras David Bernstein (presidente de la FA, Federación Inglesa), enumeraba sus cualidades y recalcaba con firmeza que era el técnico inglés de mayor experiencia internacional, la tensión iba en aumento. Era su día, su momento y el de los millones de ingleses que esperaban respuestas aunque, por desgracia para ellos, jamás iban a tenerlas.

La primera era clara pero necesaria. ‘Tema Rooney’, al que confirmó que llevará a la fase final continental pese a su sanción de dos partidos. Y ahí, antes siquiera de que muchos se sentaran ante el televisor, se acabaron las novedades, las noticias o las propuestas hacia un nuevo proyecto que debía impulsar las esperanzas de quienes un día inventaron este deporte que tanto les cuesta amaestrar ante sus enemigos. Porque como suele ser habitual en quienes rodeaban al nuevo seleccionador y desde luego, el propio Hodgson, habían decidido ajustar su presentación al mínimo sobresalto. Por ello nunca confirmaron que Terry-Ferdinand vayan a poder jugar juntos nuevamente (por los problemas de racismo del primero hacia el hermano del segundo), tampoco quién será el nuevo capitán (Terry fue desposeído por la FA en la ‘Era Capello’) y ni siquiera mostró energías en su nueva aventura, un sueño que le ha costado 36 años de larga y exótica carrera para alcanzar la meta en el momento más inesperado.

Pero entre palabras de tranquilidad y alegatos en defensa de la nueva época que comienza, a Hogdson se le escapó una ironía con multitud de lecturas. Y es que allí, en esa silla que curiosamente no era la central (el presidente de la FA estaba al frente incluso por encima del seleccionador en un debate intenso en los medios ingleses esta semana), los hinchas habían imaginado a otro entrenador que sí lograba multiplicar las esperanzas y estímulos entre el pueblo futbolístico. Por ello, cuando al ya ex entrenador del West Bromwich le cuestionaron su posición en favor de aquél que la gente deseaba verdaderamente, Roy decidió ser extrañamente receloso: “Me dejó un mensaje de voz y espero que podamos seguir siendo amigos”, dijo, refiriéndose como no podía ser de otra manera, a Harry Redknapp.

El entrenador del Tottenham ha sido el principal candidato para medios y aficionados en los últimos meses pues ya antes incluso de la polémica marcha de Fabio Capello, se había puesto su nombre mil y una vez en el candelero para presionar al italiano. Tanto se repitió, analizó y exhibió, que el club londinense entró en una espiral negativa absolutamente imposible de explicar sin una alteración de este tipo. La plantilla pasó de mantenerse firme en un proyecto sólido rumbo a la Champions, a no conocer cuál sería su entrenador en unos meses y cuestionarse el futuro a corto plazo incluso en competiciones europeas.

Cuando la polémica atacó a la selección y los acontecimientos obligaron a un cambio, el Tottenham era tercero, aún estaba luchando por poder entrar en la pelea por la Premier y era la atracción del curso entre analistas que aseguraban que practicaba el mejor fútbol del país. Hoy, los Spurs han acumulado seis derrotas, cuatro empates y sólo cuatro victorias (dos de ellas en FA Cup), en los últimos catorce partidos y, como tal, han puesto en peligro incluso su clasificación para la Europa League vía Premier y también quedando eliminados en torneos coperos.

El presidente de la FA, David Bernstein, afirmaba en la presentación de Hodgson, que hubo cuatro opciones al banquillo nacional pero que hace un mes ya habían decidido que fuera él. Aseguró que no dieron pistas porque “había que esperar el momento exacto para no entorpecer el camino del West Bromwich en la Premier”. Pero nadie recordó que, como daño colateral profundo, esa misma sentencia debió citarse con el Tottenham, cuya temporada ha sido casi destruida por la distracción generada al poder perder a su entrenador, un Redknapp que estaba convencido, así como su club y su directiva, de que acabaría siendo él el comandante de Wembley.

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