El baúl de los recuerdos de Andrea Pirlo

Cada verano salen a la luz nombres múltiples, diversidad de operaciones, de fichajes. Gran número de futbolistas deciden por motivos varios cambiar de aires y fichar por otros equipos. Caer en rutina es sinónimo en ocasiones de estancamiento. Esto debió pensar Andrea Pirlo cuando la pasada temporada decidió no renovar su contrato con el club que le ha convertido en el gran centrocampista que es a día de hoy.

El resquemor de fichar por un rival directo de tu todavía equipo, como pueda ser el caso de Barcelona y Real Madrid en España, por ejemplo, es un estatus que en Italia se sigue estudiando las bases de este fenómeno que se sigue produciendo temporada tras temporada.

Andrea Pirlo decidía no seguir, pero además lo hacía para certificar su fichaje por otro grande, por otro clásico del fútbol en la Península Itálica como es el caso de la Juventus de Turín. Una auténtica institución en el Giuseppe Meazza cambiaba de aires y cerraría su nuevo contrato con la Vechia Signora.

Nada de resquemor, nada de rencores. Nada de nada, sí, contra todo pronóstico. Difícil situación de darse aquí en España. Sí es cierto que entre aficiones existe tensiones, pero el papel de una auténtica institución para el fútbol azzurro está por encima de todo y su vuelta al estadio que le vió nacer mediáticamente a nivel continental logrando Copas de Europa y Ligas Italiana se convierte en un encuentro más que especial para Pirlo.

Pocos jugadores son capaces por méritos propios, por méritos deportivos y técnicos equipararse sin complejo alguno a un director de orquesta del calibre de Xavi Hernández. Puro talento, pura técnica y pura excelencia en la pierna derecha del centrocampista italiano. Un superdotado futbolístico que cuenta, además, con una visión de juego más que excelente y que, a sus 32 años, sigue viviendo su etapa dorada a nivel deportivo.

El auténtico cerebro de su equipo, tal y como ocurrió durante su etapa en el AC Milan. Ahora, en Turín, estrenando nuevo estadio como es el caso del Juventus Stadium, sigue ofreciendo su mejor versión. La cara buena del fútbol, la de la elegancia, la del saber estar, la de la perfección sobre un terreno de juego.

Una institución de la Serie A que impone respeto tanto dentro como fuera de los terrenos de juego que es capaz de convertirse en ídolo tanto para propios como extraños.

En torno a una década vistiendo la camiseta rossonera que dejó atrás, pero no en el olvido, ya que su etapa en Milán siempre será recordada por él, como por la afición milanista, como un periodo de éxitos, de abundancia de positivismo. Le costó adquirir los galones de crack, ya que, al igual que otros jugadores como pueden ser los casos de Guti o D' Alessandro, le tocó cargar en sus inicios con la etiqueta de eterna promesa debido, eso sí, a una cierta irregularidad que le impedía explotar sus maravillosas dotes futbolísticas.

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Un mediapunta formado que tuvo la valiente decisión de retrasar su posición, bajo la aprobación de Carlo Ancelotti, lo que supuso un importante paso adelante para su progresión a nivel continental y mundial.

Andrea Pirlo, el noveno jugador en la Historia del Fútbol Italiano en vestir las camisetas de los considerados 'tres grandes' en la Serie A como son Inter de Milán, AC Milan y Juventus de Turín. Vuelve Pirlo a la que fue su casa y ésta le recibirá sin duda alguna como se merece, como un héroe que salió de cara, por la puerta delantera, que no recriminó nada a su por aquel entonces club y que supo quedar bien con un equipo y una afición que le otorgaron el status de crack.