El improductivo gasto en fichajes de Real Madrid y Barcelona
Los dos han fichado 60 jugadores desde 2000 con escaso rendimiento
Si nos fijáramos únicamente en los fichajes que han realizado el Real Madrid y el Barcelona durante los últimos años la inevitable conclusión sería pensar que los blancos dominan con autoridad la Liga BBVA. Las catastróficas incorporaciones que han realizado los azulgrana no admitirían otro razonamiento. Los catalanes se ha 'reforzado' a golpe de talonario sin obtener rendimiento alguno de ellos, pero su excelente política de cantera le permite dominar con holgura el fútbol mundial y haber ganado dos Copa de Europa durante las tres últimas temporadas. El Real Madrid, por su parte, tiene buen ojo en sus fichajes. Sin embargo, ese acierto no se traduce en títulos y la inversión en jugadores solo ha permitido levantar a los blancos una Copa del Rey.
Los datos de gasto en fichajes de Real Madrid y Barcelona desde el año 2000 -recopilados por Esteve Calzada- son escalofriantes. Desde el cambio de siglo los blancos han gastado un promedio de 91 millones de euros por temporada en un total de 61 fichajes, doce de ellos nacionales y 49 extranjeros. Los números del Barcelona son similares. Los azulgrana han pagado una media de 63 millones de euros por temporada desde el 2000 para fichar a 59 jugadores, once de ellos nacionales y 48 extranjeros.
Unos números impactantes que demuestran que tanto Real Madrid como Barcelona han estado muy activos en el mercado de fichajes, pero, que, sin embargo, ninguno de los dos ha sabido obtener de ellos el rendimiento esperado. Repasamos, en un análisis acotado a las tres últimas temporadas, las causas por las que alrededor 60 fichajes en cada bando no han generado el efecto deseado cuando llegaron.
Chygrynskiy como paradigma
Desde que Pep Guardiola asumió el banquillo del Barcelona en 2008 la política de fichajes de los azulgrana ha sido tan errática como la de sus tiempos gloriosos con Joan Gaspart talonario en mano. Los jugadores que señalaba el técnico como sus apuestas personales se han llevado el premio a peores inversiones de la última década. Dmytro Chygrynskiy es el paradigma de este concepto. El ucraniano desembarcó en 2009 procedente del Shakhtar Donetsk a cambio de 25 millones de euros. Un mes después y habiendo disputado apenas catorce partidos, el Barcelona le envió a Ucrania de nuevo perdiendo el 50% de su inversión. Una operación catastrófica como también lo fue el fichaje de Zlatan Ibrahimovic.
El Barcelona renunció a Samuel Eto'o, su máximo referente ofensivo, y a 46 millones de euros por hacerse con los servicios del delantero sueco. Con este fichaje Guardiola no compró un delantero, sino un enemigo eterno. Doce meses después de su llegada al Camp Nou, Ibrahimovic salió por la puerta de atrás hablando pestes del técnico catalán y lo continúa haciendo pese a que ahora triunfa como uno de los rebeldes del AC Milan, con quien conquistó la Serie A la pasada temporada.
Otros nombres como los de Alexander Hleb (17 millones de euros), Keirrison de Souza (16 millones de euros) o Martín Cáceres (16,5 millones de euros) destacan en una desastrosa política de fichajes que, por supuesto, también tiene sus aciertos como los de Gerard Piqué o Daniel Alves. Sin embargo, equivocarse en los despachos ha sido inversamente proporcional al éxito sobre los terrenos de juego. Durante las tres últimas temporadas, los azulgrana lo ha ganado absolutamente todo. Seguro que Guardiola prefiere continuar equivocándose si sus errores continúan traduciéndose en títulos.
Fichajes estelares, títulos terrenales
Esos errores triunfales del Barcelona tienen su realidad opuesta en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid ha fichado mucho y bien durante las últimas temporadas (también ha cometido errores, por supuesto), pero esos aciertos no se han traducido en títulos de importancia. Los blancos ha sufrido durante tres tortuosas temporadas sometidos a la armónica dictadura del Barcelona, logrando tocar metal únicamente al levantar una Copa del Rey, un título menor para un equipo de la entidad del Real Madrid. El resto de trofeos por los que han competido directamente han ido siempre a parar a manos del Barcelona.
Durante las tres últimas temporadas los blancos han gastado muchísimo, pero gracias a ello ha construido uno de los equipos más potentes del mundo. Comenzando por los 8 millones gastados en José Mourinho para convertirlo en el nuevo ideólogo del club, hasta los 96 millones pagados por Cristiano Ronaldo se pueden considerar inversiones acertadas. Ozil, Di María o Xabi Alonso también son nombres que avalan esta idea en la que, por supuesto, hay fallos como Kaká, pero que ha permitido al Real Madrid poder mirar cara a cara al Barcelona.
Sin embargo, surge la duda de hasta que punto podemos considerar como acertada una inversión tan alta que tan solo ha logrado ganar una Copa del Rey. El equipo ha crecido, eso no se puede discutir, y es (por números) el segundo mejor del mundo, pero de momento no es el primero y eso resta brillo al acierto de los blancos desde los despachos. ¿Se puede considerar como acertada una inversión que no da títulos?
La dinámica se invierte en 2011
Durante el pasado verano esa dinámica se ha corregido. O eso parece a tenor de los primeros meses de competición. Pep Guardiola ha atinado en su política de fichajes y aunque ha gastado 60 millones de euros únicamente en dos jugadores parece que son una inversión acertada. Cesc Fábregas costó 34 millones de euros y su impacto en el Barcelona ha sido inmediato, convirtiéndose en uno de los referentes de los azulgrana durante el presente curso y marcando diez goles. Los 26 millones que se pagaron por Alexis Sánchez todavía están por amortizarse, pero el chileno genera buenas sensaciones y se está asentando como titular.
Todo lo contrario ha sucedido en el Real Madrid. Los blancos solían acertar con sus fichajes durante los últimos años, pero este verano ninguno de sus refuerzos ha sido exitoso. El caso más sangrante es el de Fabio Coentrao, por quien pagaron 30 millones y ni siquiera es titular. Varane y Nuri Sahin costaron 10 millones cada uno y tampoco son habituales en los planes de Mourinho. Y lo mismo sucede con Callejón y Altintop.
Paradójicamente esa inversión del acierto en la política de fichajes se ha visto reflejada en la clasificación, pero también de manera invertida. El Real Madrid, quien peor ha fichado, es el líder de la Liga BBVA, mientras que el Barcelona es segundo por primera vez en mucho tiempo. Por lo visto, para tener éxito en la Liga más te vale fichar mal. Acertar te condena a ser segundo.
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