Desmontando proyectos

Cambios de ciclos futbolísticos

La notícia del fin de semana sin duda: Juan Mata es de manera oficial nuevo jugador del Chelsea.

El líder, el estandarte, la estrella del Valencia dice adiós al conjunto de Mestalla tras cuatro temporadas en la capital del Turia.

Una noticia que se fraguaba desde hacía tiempo desde la sombra pero que en apenas cuatro días se ha visto sacudida por el esfuerzo final del conjunto de Stamford Bridge que ha logrado finalmente su traspaso en una operación que ronda los 28 millones de euros.

Una salida, un traspaso que parece cerrar un ciclo en el conjunto ché. Un ciclo deportivo quizás alejado de los éxitos deportivos pero que, en cierta medida, resta el caché deportivo de una plantilla en la que llegaron a coincidir hasta cinco Campeones del Mundo. Dos años después tan solo ninguno de ellos estará presenta la próxima campaña en el Valencia.

No es una situación singular, sí, en lo deportivo, en lo institucional del caso blanquinegro. Sin embargo, durante las dos últimas temporadas se han visto claros ejemplos de clubes europeos que han sufrido el mismo efecto. La ruptura, el cambio cíclico, la salida masiva de jugadores son términos, factores comunes de equipos como Valencia, Atlético de Madrid, Arsenal u Oporto, que pese a ello, siguen luchando entre los mejores conjuntos del viejo continente.

Valencia, de 5 Campeones del Mundo a la ilusión de los jóvenes

El anterior caso de Juan Mata es el traspaso que cierra el ciclo, que cierra una etapa en la que el Valencia se manejaba entre los grandes clubes europeos y que en sus filas se podían ver nombres y figuras tales como David Villa, David Silva, Raúl Albiol, Carlos Marchena o el extremo burgués, jugadores que lograron en el verano de 2010 el éxito.

David Silva, David Villa, Juan Mata, Carlos Marchena y Raúl Albiol durante su etapa valencianista

El caso del defensa valenciano no se produjo en las filas valencianistas, ya que fue al final de su primera temporada en el Real Madrid cuando se produjo el mayor éxito en la historia del fútbol español.

David Villa, el 'Guaje', el ídolo tanto de grandes como de pequeños, de padres de hijos. Su enorme Eurocopa y Mundial en materia goleadora le abrieron los ojos del Mundo. Más precisamente del Barcelona, quien hizo saber su interés al Valencia y finalmente todo se concretó en la salida del asturiano. David Silva fue otro de los que decidieron abandonar el barco. Un jugador formado en las instalaciones deportivas de Paterna, criado con el valencianismo latente. Manchester City su destino. Carlos Marchena, el menos mediático de los comentados. Sin embargo, su salida se produjo achacando a su veteranía. Hoy sigue disfrutando de un elevado número de minutos en las filas del Villarreal. Raúl Albiol, formado en la cantera, valencianista de corazón. Los problemas económicos del conjunto de la Avenida de Aragón precipitaron su salida con destino Concha Espina. El último en salir, Juan Mata. La deuda del club y las aspiraciones deportivas del Chelsea han producido que el último crack del valencianismo haga las maletas.

5 estandartes, 5 estrellas que han visto como en dos años han dejado las filas valencianistas en busca de otros retos, tanto deportivos como económicos. 5 salidas que han dejado en las arcas valencianistas la cifra de 115 millones de euros. Cantidad que todavía no es suficiente para aniquilar las negativas cifras del club.

Atlético de Madrid, dejando salir estrellas por doquier

Hace dos años, tan solo dos temporadas. El cielo futbolístico satisfacía las necesidades deportivas del Atlético de Madrid. Una temporada en la que lograban la UEFA Europa League y llegaban a la Final de la Copa del Rey. Ese mismo verano se coronaban Campeones de la Supercopa de Europa. La gloria era atlética, el éxito rojiblanco.

La siguiente temporada era de la prueba, la de ver si los resultados logrados eran capaces, al menos, de ser igualados y por qué no, superados.

Agüero, Forlán, Reyes y De Gea

Nada de eso. Tropiezo tanto en Copa del Rey como Europa sumado a un discreto séptimo puesto que sí, daba opciones de disputa europea para esta próxima campaña que se viene encima, pero que, tras el doblete dejó mucho que desear.

Insultos, pancartas contra la directiva, la tónica en el Vicente Calderón.

Tensiones entre el técnico Quique Sánchez Flores y Diego Forlán supuso la suplencia del charrúa, de quien se especuló seriamente con su futuro.

El panorama admite, al menos, analisis bajo un aroma de no muy acogedor aroma.

El verano de 2010, bajo la anestesia del campeonato mundial logrado por España, era José Manuel Jurado quien abandonaba el proyecto del Atlético de Madrid. Una operación que dejó en estado de shock a la afición, ya que se produjo en el tiempo de descuento del mercado de fichajes y sin tiempo de respuesta. El joven centrocampista jugaría en el Schalke 04 junto a otros españoles como Escudero o Raúl González Blanco.

La tensión deportiva se cobraría a final de temporada el puesto del técnico, Quique Sánchez Flores, quien se despedía en el último encuentro disputado en el Manzanares bajo el unánime cántico de la afición en su favor, restando de cualquier tipo de responsabilidad de la crisis institucional del conjunto rojiblanco.

El siguiente en salir sería, contratodo pronóstico el del defensa checo Ujfalusi, con destino Turquía. Una salida que ya preveía una fractura interna que desembocaría en nuevas salidas.

El culebrón del verano (con permiso de Cesc Fábregas) ha sido Sergio Agüero. Sorpredentes declaraciones del delantero argentino afirmaban su completo deseo de salir del club. A modo personal el Kun dejaba atónitos a conocidos y extraños. Dos meses después del anuncio el jugador, y con una Copa América de titulares por medio, fichaba por el Manchester City, donde ya triunfa como nuevo delantero cityzen.

Antes de finalizar la pasada temporada, en mitad de la crisis entre afición y directiva, desde Inglaterra se afirma que el Manchester United habría llegado a un acuerdo con David De Gea para convertir a éste en el sucesor del mítico Edwin Van der Sar. Una noticia que descolocó a los atléticos y que, pese a las numerosas negativas del joven portero criado en el Cerro del Espino, acabó cerrándose con la salida del guardameta a Old Trafford.

Ante tal panorama, Diego Forlán, cambia totalmente de idea y se erige como el principal estandarte del equipo. Sin embargo, contratodo pronóstico, el delantero charrúa está haciendo las maletas para salir del club, tal y como afirman las palabras del padre del futbolista. Si a esto le sumamos un más que serio interés del Inter de Milán, el morbo y la imaginación periodísticos hacen el resto.

El único salvado, el único jugador que sobrevive al cambio se presenta José Antonio Reyes, quien ha afirmado en todo momentos sus deseos de continuar en el equipo y lograr grandes éxitos en la capital española.

Dos años, un cambio de ciclo.

Arsenal, o como luchar contra todos sin resultados positivos

Uno de los culebrones del actual mercado de fichajes. Cesc Fábregas, pese a las dificultosas, tensas y más que complicadas entre clubes, se convirtió hace apenas unos días en nuevo jugador del Barcelona. La salida del auténtico líder, del capitán, del jefe tanto dentro del césped como en el vestuario. Un español criado con la filosofía del que es considerado su padre futbolístico, Arsene Wenger. Jugador que a sus 24 años puede contar que tuvo el placer futbolístico de poder jugar en el mítico estadio de Highbury, de ser el capitán del Arsenal en el Emirates Stadium y de tener la oportunidad de poder escribir una página en la historia del club de sus amores, de sus inicios en el Camp Nou.

Cesc Fábregas y Samir Nasri celebrando un gol con el Arsenal

Emmanuel Eboué también ha salido, también ha puesto rumbo al extranjero para buscar nuevas aspiraciones en el ámbito futbolístico. Turquía, su destino. Las filas del Galatasaray sus nuevos colores. Y sobretodo, la ilusión de un equipo nuevo.

El último en salir podría ser (y será seguramente) Samir Nasri. Uno de los mejores extremos del viejo continente. El francés, tras cuatro temporadas si se cuenta la presente en la que ya ha disputado un encuentro, tiene altos índices de probabilidad de salir del conjunto gunner con destino Manchester, más precisamente para llegar al Etihad Stadium (el comúnmente conocido como City of Manchester). Una operación basada en la ilusión de un proyecto con los petrodólares como principales acreedores. Un proyecto que aspira a todo en la presente temporada y a coronarse entre los campeones continentales en no muy lejanas fechas.

Un proyecto que se ha caracterizado en las últimas temporadas por plantillas basadas en la juventud, en los jóvenes valores. Jugadores que, evidentemente, carecen de la experiencia necesaria para aspirar a grandes retos, a situaciones complicadas.

La derrota institucional que han sufrido con la marcha de Cesc Fábregas, sumado al comienzo más que dudoso en la Premier League, han hecho que la figura de Arsene Wenger ya se haya puesto en el punto de mira para analizar realmente si su filosofía es la adecuada, es la necesaria para aspirar a éxitos deportivos, a éxitos en materia de palmarés.

Oporto, una contínua fábrica de valores, una contínua fábrica de beneficios

El Estadio Do Dragao vive en las últimas temporadas la misma situación. Verano tras verano, año tras año, la directiva de los dragones hace caja con el escandaloso rendimiento de sus jugadores. Y lo positivo, la tecla con la que cualquier director deportivo sueña, el éxito sigue llegando.

Los últimos en salir este pasado verano han sido André Villas Boas, técnico con el que la pasada temporada lograron un histórico triplete, y Falcao, delantero colombiano que rozó la cifra de 40 goles.

Oporto, campeón de la UEFA Europa League

Una plantilla que, pese a su salida, sigue ganando, sigue mostrando un más que notable nivel.

Nombres como José Mourinho, Jesualdo Ferreira, Ricardo Carvalho, Pepe, Anderson, Deco, Bruno Alves, Bosingwa y Paulo Ferreira han dejado en las arcas de Do Dragao cifras en torno a los doscientos millones de euros, y sin embargo, los éxitos deportivos siguen llegando a niveles excelentes.

La pasada temporada lograron Liga Sagres, Taça de Portugal y la UEFA Europa League, a los que se le debe sumar la Supercopa Portuguesa lograda este mismo verano frente al Vitoria de Guimaraes.

Cambios de ciclo que, como ha quedado reflejado, responden de maneras muy inversas, muy diferentes, y que suponen modificaciones tanto a nivel institucional como deportivo, y evidentemente influyen en las respectivas aficiones.

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