Cambio piso en la playa de Levante por casa rural

Hace ya tiempo de ese doblete del Valencia en el año 2004 con la consecución de la Liga y la extinta Copa de la UEFA. Es curioso que sólo se recuerde la acumulación de títulos del Barcelona en los últimos años o el doblete del Atlético, pero hace casi ya una década, el Valencia también hizo algo similar.
De todas maneras, el Valencia, al igual que el Atlético de Madrid, ilusiona. Y mucho.
Es esperanzador, y mucho, tener que tragarse que un club como el Paris Saint Germain, que el año que viene jugará únicamente la Europa League y que tiene como principales estrellas a viejos conocidos, y mayores en edad, como Giuly y Nené, te quite a lo que iba a ser la gran estrella del año que viene, Kevin Gameiro. Un club que acaba de comprar un fondo qatarí con una deuda importante, y que desde el año 2003 no consigue clasificarse para la máxima competición continental, la Champions League. Y este será el destino favorito para un JASP (joven aunque sobradamente preparado) francés con unos registros goleadores bastante prometedores.
Alienta mucho que se siga sin noticias del nuevo campo y que no vuelvan a comenzar las obras. Si encima te dicen que el hormigón que no está revestido y distintos materiales que están “a temperatura ambiente” van a tener que ser derruidos o quitados porque se han vuelto demasiado “maleables”, te empiezas a asustar, porque lo destruido, digo yo que van a tener que volverlos a pagar.
Me entusiasma que jugadores como Mazinho, padre de un tal Thiago, se sonría en una entrevista de la TV brasileña cuando le preguntan por si su hijo puede terminar en uno de los clubes por los que el pasó y dejó un gran sello. ¿Usted le diría a su hijo que dejase uno de los clubes que marcará el fútbol moderno para acabar en un club adeudado y que se deshace de los jugadores según el criterio de lo que cobran porque no pueden soportar las nóminas que hace sólo algunos años les puso por contrato? Lo pongo todo sin comas ya que si se lo han planteado, mejor ahogarse leyéndolo.
Me encanta que, de los jugadores que están ahora mismo en nómina y que tienen los dos pies en la plantilla, porque no se les encuentre acomodo más que nada, la mayoría sean de segunda mano. Me explico: Feghouli (no jugó en un Almería muerto toda la segunda vuelta), Fernandes (altercados en Turquía, como siempre), Nacho Gonzalez (Inédito en todos los clubes donde va ya sea por lesiones o por poca capacidad) y Del Horno (¿Este es el que fichó el Chelsea?).
Me impresiona el tacto con el que le han dicho a Cesar, gran salvador de las dos últimas temporadas: “Oye macho, que te tienes que ir, que mira, que no veíamos que Guaita iba a ser bueno, fichamos uno nuevo… el Alves este… Y ahora nos sobras. Eso sí, lárgate a nuestro máximo competidor de los últimos años por si así nos puedes hacer un poco de daño”.
Menos mal que han bajado los pases, eso sí, publicitado a bombo y platillo. Una barbaridad por cierto (…) porque si no, no sé como los aficionados valencianistas podrían soportarlo.