Vencer o morir en Nervión

El Real Madrid se juega mañana frente al Sevilla retrasar el alirón liguero del Barcelona. Tras la eliminación blanca frente a su eterno rival, los madridistas no quieren regalar otro triunfo a los blaugranas en la misma semana. Cuando tan solo quedan cuatro jornadas por disputarse, y la diferencia de ocho puntos es casi insalvable, al Real Madrid sólo le queda apelar al honor para acabar la temporada lo más dignamente posible.

Tras un mes muy agitado a causa del carrusel de clásicos, los ánimos madridistas están muy encendidos. El técnico en el disparadero por sus continuas salidas de tono, los jugadores frustrados por no llegar a la final de la Liga de Campeones y una afición enrabietada por no haber conseguido los objetivos marcados.

Todo un cóctel molotov que puede reventar en Sevilla. El Real Madrid saldrá desde el minuto uno a demostrar que merecía estar en la final de Wembley, que ellos también están sobrados de fútbol.

Pero la realidad es bien distinta, tras un verano lleno de ilusión, y de millones invertidos en el proyecto, se encuentran con tan solo una Copa del Rey. Sin menospreciar a la Copa de su Majestad, el título con menos importancia de las tres a las que aspiraban.

Cierto es también que el equipo ha sido apeado de la Champions por unas discusiones más que polémicas, pero los madridistas deben saber también que el juego desarrollado en el terreno del juego durante todo el año, y sobre todo frente al Barcelona, no ha correspondido ni con su historia, ni con su escudo.

Con la mente puesta en la próxima temporada, el Real Madrid debe soltarse y jugar de una vez por todas al fútbol. Potencial y talento tiene de forma para hacerlo.